Vox reeligió ayer a Santiago Abascal como su presidente para los próximos cuatro años. En la Asamblea General Ordinaria que se ha celebrado durante todo este fin de semana en Vistalegre, se ha debatido la única candidatura que se presentaba, la del actual presidente, después de que el sector crítico con la dirección no consiguiera reunir los avales suficientes.
Hoy Asamblea de VOX. Gracias a los afiliados de VOX por su confianza para liderar la gran alternativa patriótica durante cuatro año más. ¡No os fallaremos! pic.twitter.com/BMZwKPdMAF
— Santiago Abascal (@Santi_ABASCAL) March 7, 2020
La candidatura alternativa Voxhabla no aglutinó ni 200 avales de los 4.900 (el 10% de los afiliados con derecho a voto) necesarios para presentar una candidatura. El contrapeso a Abascal en el partido, Carmelo González, no pudo entrar en Vistalegre porque la dirección del partido prohibió la entrada al sector crítico a Abascal.
Según datos facilitados por el partido, el Reglamento Interno de Prcesos Electorales ha contado con un respaldo del 93,8%; el de Procesos de Comité de Garantías, con un 94%; la modificación de los estatutos, con un 92,5%; las cuentas del ejercicio 2019, con un 95,9%; y la renovación del Comité de Garantías, con un 94,7%.
Un partido renovado
El objetivo principal de la reestructuración que ha vivido Vox es el de presentarse como un partido de primer nivel. Se ha recentralizado aún más, y uno de sus planes radica en que, dentro de cuatro años, Vox tenga 100 militantes como mínimo (ahora cuenta con 54).
Esta renovación ha endurecido más si cabe el discurso del partido. El eurodiputado Jorge Buxadé es ahora el vicepresidente del partido, aunque se mantiene por detrás de Javier Ortega Smith como "número tres". El diputado seguirá al frente de la secretaría general de Vox y solo estará por detrás del propio Abascal.