La cabeza de la secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, vuelve a estar en el punto de mira. No es algo nuevo que desde la sede federal del partido, en la calle Ferraz de Madrid, llevan meses estudiando las posibilidades reales de sustituir a la que fuera presidenta de la Junta de Andalucía y ahora, con la sentencia de sus antecesores Manuel Chaves y José Antonio Griñán por el caso de los ERE, su salida del partido podría estar más cerca. Voces cercanas a la Ejecutiva Federal del PSOE apuntan a que están estudiando la posibilidad de plantear un proceso de primarias en Andalucía para que los militantes decidieran qué pasa con la dirección de su partido en la comunidad autónoma.
Pero esta idea no nace de una de las mayores sentencias por corrupción en España. Desde que Díaz perdiera el gobierno de la Junta de Andalucía tras 36 años de hegemonía socialista en este territorio, su nombre estaba en la lista negra del PSOE. A raíz de que el PP y Ciudadanos formaran el gobierno en coalición que hoy preside la Junta con el apoyo puntual y externo de Vox en el Parlamento, la líder autonómica ha conseguido mantenerse a flote. Estos meses de profunda convulsión política, con tres convocatorias electorales y con el intento de Pedro Sánchez por sacar adelante propuestas como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o los Presupuestos Generales del Estado 2019 (PGE) han relajado los ánimos de suceder a Díaz, hasta ayer. La sentencia de los ERE ha caldeado de nuevo los ánimos.
Díaz, en el punto de mira
Desde Ferraz apuntan a que la imagen del PSOE en Andalucía, uno de los bastiones del partido a nivel nacional, puede verse perjudicada por estar dirigido por la heredera natural de José Antonio Griñán y Manuel Chaves, considerados los encargados de dar el visto bueno a las actuaciones ilegales que diferentes miembros de sucesivos gobiernos socialistas en Andalucía llevaban a cabo.