Si las más de 21 estafas denunciadas en 2011, cometidas y sufridas a través de Internet parecían muchas; 2018 se cerró con cerca de 90 (88.854): un aumento del 322%, en el conjunto de las infracciones penales relacionadas con la cibercriminalidad, que llegaron a las 110.613, el año pasado, según recogen las estadísticas de la Secretaría de Estado de Seguridad. Datos que ha recordado el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la primera Liga Nacional Interuniversitaria de retos en el Ciberespacio (NationalCyberleague), que organiza la Guardia Civil en el Centro Universitario de Aranjuez (Madrid).
Los 100
Grande-Marlaska ha subrayado, en la sesión clasificatoria de las Liga que, “la ciberseguridad es una tarea de todos”, a la vez que ha recordado el proyecto del Gobierno de implantar un Plan Director de Ciberseguridad Nacional. En la NationalCyberleague han participado 535 estudiantes universitarios y de formación profesional de Grado Superior, de entre 18 y 26 años, de los que se han clasificado para la final 100 participantes.
Cibercriminalidad
La frialdad de las cifras oculta miles de víctimas que han caído en la red en manos de delincuentes, que han pasado del fatídico ‘tirón’ callejero, a colarse en los sistemas informáticos de cualquier parte del mundo, robar datos personales, estafar con simulacros de venta y acosar hasta las últimas consecuencias. No son números al azar contabilizar más de 240 estafas al día, sumar 11.960 amenazas y coacciones, y denunciar 1.393 delitos de índole sexual dirigidos, en su gran mayoría, a menores de edad. Hoy, un 10% del total de los delitos denunciados se cometen dentro de la inmensa tela de araña, que se controla desde Silicon Valley (California, EE UU) y los otros ‘slicon’ del mundo, que también quieren su parte del pastel tecnológico.
Ataques
Frente al usuario desarmado en Internet, las grandes empresas que reúnen millones de datos de los mortales, frenan los ataques de los ciberdelincuentes con barreras que les cuestan una media de 1,6 millones de dólares (2018), según los informes de Radware, dedicada a vender servicios de seguridad a las grandes corporaciones, de las que el 80% están bajo seria amenaza de sufrir las injerencias de los indeseables que navegan con banda ancha. Para Accenture, en su 9º estudio del coste del delito cibernético, las cifras se multiplican, lo mismo que los ataques a las transnacionales, la banca las aseguradoras…
Esto va a más
El pronóstico es que el ciberdelito va a más, con un aumento anual de entre el 7 y el 10%, frente al que parece que sólo el 30 o 35% de empresas se protegen; es decir, protegen la información de sus usuarios y su reputación, en aras de la calidad del servicio y la seguridad. La inmediatez del mercado on line lo ha convertido en un caladero trampa difícil de sortear, para una sociedad que abraza las ventajas de la red y ha quedado sumergida en sus peligros.