La XIII legislatura ha comenzado y el PSOE ya ha activado la maquinaria para iniciar la ronda de negociaciones que lleven a su secretario general, Pedro Sánchez, de nuevo al Palacio de La Moncloa como presidente del Gobierno de España. Fuentes cercanas a los socialistas apuntan a que el líder del Ejecutivo en funciones pretende formar un nuevo gobierno en solitario -pues piensa que si ha podido sacar adelante leyes y propuestas con 84 diputados, con 123 tendrá más facilidad aún"-, pero el diario El País ha anunciado esta mañana que hay un plan B encima de la mesa de los de Ferraz: abrirse a integrar a miembros de Podemos en el futuro gobierno.
No obstante, ninguna de las dos formaciones quiere dar un paso en falso. Los resultados de las elecciones municipales, autonómicas y europeas del próximo domingo serán un aliciente para posicionar las fuerzas de cada formación y para establecer hasta qué punto pueden exigir sendos partidos. Ambos se necesitan para "aislar al tripartito de la derecha" y necesitan llegar a acuerdos.
Por ello el secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha rebajado estas últimas semanas el tono dialéctico y se ha mostrado a favor de alcanzar con Sánchez un acuerdo de legislatura con el que se comprometan a apoyar al Gobierno en aquellas leyes que les parezcan oportunas o que presentes anteproyectos de ley de manera conjunta, con textos resultantes de la colaboración de los equipos de ambos partidos.
En el caso de que Podemos tuviera un abrumador resultado en los comicios del 26 de mayo y restara poder territorial a los socialistas, a Sánchez no le temblaría el pulso. Ante el confirmado rechazo de Ciudadanos a apoyar tanto al candidato socialista en la sesión de investidura como al futuro gobierno, Sánchez valoraría entregar algunos ministerios al partido morado o nombrar a miembros de la formación de Iglesias como secretarios de Estado. No obstante, el PSOE quiere mantener bajo su dominio los denominados "Ministerios de Estado" como son el de Defensa, Hacienda, Interior o Exteriores.
No obstante, Sánchez trasladó a la Comisión Ejecutivo Federal el pasado 29 de abril, el día post-electoral, su voluntad de revalidar el su liderazgo en solitario y valerse de los 7,4 millones de españoles que otorgaron su confianza a los socialistas para formar un gobierno en solitario. Ante la negativa del PP y Ciudadanos de abstenerse en la sesión de investidura de Sánchez para no depender del voto de los independentistas, el presidente en funciones intentará obtener el voto del resto de formaciones. El PNV se ha mostrado a favor de la candidatura del socialista -en la sesión constitutiva de las Cortes Generales se vio hablar animosamente al portavoz del partido vasco en el Congreso, Aitor Esteban, con Sánchez tal y como refleja la foto que adjuntamos con la noticia-, mientras que Coalición Canaria ha anunciado ya por boca de su portavoz, Ana Oramas, que no dará su apoyo a un gobierno en el que esté Podemos o apoyado por la formación morada.