El nuevo código ético del Ayuntamiento de Barcelona prohibirá la contratación de familiares y obligará a revisar a aquellos a los que se hayan contratado durante el mandato de Ada Colau. La medida fue propuesta por el PP y respaldada por el Grup Municipal Demócrata, anteriormente conocido como CiU, Ciudadanos y ERC. Aunque esta propuesta contó con el rechazo del partido de Ada Colau y del PSOE. Finalmente, la votación se resolvió con 23 votos a favor por 21 en contra.
Lo que el texto dice literalmente es lo siguiente: “no se podrá contratar personal directivo ni eventual, ni con empresas, cooperativas y entidades, entre otras, con las que haya un conflicto de intereses familiares, incluyendo los del cónyuge o persona con quien conviva en análoga relación de afectividad, los familiares de cuarto grado de consanguineidad o segundo grado de afinidad”.
Pero no solo eso, sino que el grupo municipal popular pide que se replanteen las contrataciones y los procesos de selección antes de la entrada en vigor del nuevo código ético. Por lo que supondría el despido de familiares contratados durante el mandato de Colau.
Sin embargo, el teniente de alcalde, Jaume Asens, defendió la contratación “a dedo” de los cargos de confianza. Para Asens, “los cargos si son de confianza, es por la confianza que se tiene en ellos”.
Algunos de los que se verán afectados por la nueva normativa son: Vanesa Valiño, pareja del primer teniente de alcalde, y que actualmente es la jefa de gabinete de la Concejalía de Vivienda (cargo por el que se embolsa 49 euros) y Adrià Alemany, pareja de Ada Colau, consejero de relaciones institucionales.