Hace unos meses, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la 'ex amiga entrañable' de Juan Carlos I, ponía el Palacio de la Zarzuela patas arriba al hacer públicas unas conversaciones que mantuvo con el ‘famoso’ ex comisario Villarejo y que implicaban al rey emérito en un supuesto blanqueo de dinero en cuentas suizas.
Pero lo más grave es que Corinna aseguraba que en lo referente a Noos, la empresa de Urdangarín, era Juan Carlos I quien daba instrucciones, presenciando ella lo siguiente: “Llamó y dijo que por favor pusieran en un contrato de 100, un contrato de un millón. Y yo estaba a su lado”.
Las cuentas en Suiza no estarían a su nombre sino al de uno de sus primos, concretamente Álvaro de Orleans-Borbón de 71 años que vive casualmente en Mónaco y con una hija nacida de su segundo matrimonio que es ahijada del rey emérito. Todo queda en casa.
Hace dos años, Álvaro fue noticia al relacionarlo un consorcio de periodistas con un entramado financiero de sociedades offshore con las que realizaba operaciones inmobiliarias en la costa gaditana.
El sindicato de técnicos de Hacienda a por el rey emérito
Si bien cuando saltó el escándalo de las declaraciones de Corinna, parecía que pintaban bastos para Juan Carlos I, ahora sabemos que hace tan solo unos días un juez de la Audiencia Nacional archivó la pieza llamada “Carol”, asegurando que no hay pruebas tangibles de lo que Corinna afirmaba. Maravilloso argumento que nos retrotrae a épocas lejanas en las que la monarquía era ininvestigable e inimputable en cualquier circunstancia.
Pero el Sindicato de técnicos de Hacienda no va a ceder en su empeño de saber la verdad y piensan llegar hasta el final. José María Mollinedo, secretario de dicho sindicato lo tiene claro y así lo ha expuesto a los compañeros de Infolibre: “Corinna dice en esas grabaciones que el rey emérito tiene cuentas en Suiza a nombre de su pariente Álvaro de Orleans, y que Álvaro de Orleans es quien paga vuelos privados con una determinada compañía de jets. Pues pregúntese a la empresa de jets cómo se han pagado esos vuelos”.
Ellos quieren abrir su propia investigación ya que si lo que cuenta Corinna es cierto, el delito fiscal no ha prescrito todavía y es de los considerados graves.
Mientras tanto Juan Carlos, sigue haciendo la ruta de los mejores restaurantes hispanos, navegando con su hija Elena y disfrutando de la vida, con un sueldazo de 194.232 euros, asignado por su hijo, el actual Jefe del Estado.
Los técnicos de Hacienda no están dispuestos a mirar hacia otro lado. Se avecina tormenta y al rey emérito se le acaba la ‘chance’.