El estrés es una respuesta biológica normal frente a una situación potencialmente peligrosa, en términos generales, estrés significa presión o tensión nerviosa, la vida constantemente nos somete a presiones que prepara a nuestro organismo para luchar o huir; es decir, para enfrentarnos al riesgo, o evitarlo. Aunque también nos pueden estresar acontecimientos agradables, deseados, y hasta cuidadosamente planificados, como una boda o un viaje de vacaciones, pero que conllevan factores que no podemos prever o controlar de antemano, sin embargo, el estrés a largo plazo o crónico presenta un problema. Si usted frecuentemente enfrenta desafíos, el cuerpo constantemente produce un nivel más elevado de hormonas de estrés y no tiene tiempo de recuperarse, estas hormonas se acumulan en la sangre y, con el tiempo, pueden causar serios problemas de salud.
Consecuencias negativas para la salud física
El sistema nervioso central desempeña un papel decisivo en la respuesta luchar o huir que se genera ante un hecho estresante, y el hipotálamo (el eje hipotalámico-pituitario-adrenal) que conecta el cerebro y el sistema endocrino indica a las glándulas adrenales que produzcan las hormonas adrenalina (epinefrina) y cortisol, que incrementan las frecuencias respiratoria y cardíaca para que la sangre alcance rápidamente las zonas del cuerpo que más lo necesitan en una situación de emergencia, como los músculos o el corazón, provocan la dilatación de las venas en las extremidades, y alteran el proceso digestivo para elevar los niveles de azúcar en sangre, todo ello para ayudar al cuerpo a enfrentarse al peligro, o facilitar la huida.
El cortisol, popularmente conocido como la hormona del estrés se produce de forma natural a lo largo del día para proveer energía al organismo, por lo que habitualmente su concentración aumenta cuando nos despertamos y se reduce progresivamente a partir de ahí. Durante un episodio de estrés el incremento de cortisol puede proporcionar la energía necesaria para afrontarlo, si el individuo padece estrés crónico porque las experiencias estresantes se prolongan en el tiempo el SNC continúa activando esas reacciones físicas que desgastan el organismo y deterioran su salud.
¿Cómo afecta el estrés crónico su salud?
Los cambios en el cuerpo que ocurren durante los momentos de estrés pueden ser muy beneficiosos cuando ocurren por corto tiempo. Pero cuando esto sucede por mucho tiempo, la producción excesiva de las hormonas de estrés puede perjudicar su salud. El estrés crónico a largo plazo causa desgaste y deterioro del cuerpo. Las consecuencias a la salud pueden incluir:
-Sistema digestivo: Dolor de estómago debido a que se vacía más lentamente después de las comidas. También se incrementa la actividad del colon, lo cual puede producir diarrea.
-Obesidad: Aumento del apetito, lo cual contribuye al incremento de peso. El sobrepeso o la obesidad conlleva un riesgo de contraer diabetes o enfermedad cardiovascular.
-Sistema inmunitario: Debilitamiento del sistema inmunitario y, por consiguiente, puede sufrir más resfriados y otras infecciones.
-Sistema nervioso: Ansiedad, depresión, pérdida de sueño y falta de interés en actividades físicas. La memoria y la capacidad de decidir pueden verse afectadas.
-Sistema cardiovascular: Aumento de la presión sanguínea, frecuencia cardiaca y grasa en la sangre (colesterol y triglicéridos). También elevación del nivel de glucosa en la sangre especialmente de noche, y aumento del apetito. (Todos esos efectos son factores de riesgo para enfermedades cardiacas, aterosclerosis, derrames, obesidad y diabetes.)
¿Cómo sabe cuándo está bajo estrés?
Cuando siente estrés de corta duración puede sentir ansiedad, nerviosismo, distracción, preocupación y presión. Si el nivel de estrés aumenta o dura por más tiempo, puede tener otros efectos físicos o emocionales:
- Cansancio excesivo, depresión
- Dolor o presión en el pecho, palpitaciones rápidas
- Mareos, temblores, dificultad para respirar
- Irregularidades del ciclo menstrual
Estos síntomas también pueden llevar a que pierda el apetito, coma en exceso o tenga dificultad para dormir, todo lo cual puede afectar gravemente la salud. Generalmente los síntomas son leves y pueden aliviarse por medio de técnicas para sobrellevar la situación, tales como aprender a relajarse, apartarse por un tiempo de las cosas que le causan estrés y hacer ejercicio. Sin embargo, si los síntomas son severos, es posible que necesite ayuda médica para poder identificar la raíz de su estrés y la mejor forma de manejarlo.
A la hora de afrontar el estrés, el consejo más importante que se puede ofrecer es el de saber parar para relajarse, reflexionar sobre las causas de esa situación de estrés y serenarse para tomar decisiones o cambiar actitudes que permitan reducir el impacto del estrés, En definitiva, se trata de aprender a crear una especie de burbuja en la que alejarse por unos momentos de la actividad o la situación que produce el estado de estrés. Y hay muchas maneras de poder hacerlo: Disfrutar de las cosas y los momentos buenos que ofrece la vida, Hacer ejercicio, Evitar las bebidas excitantes.