Al final del clásico de la Copa del Rey el miércoles por la noche, con un empate 1-1 en la segunda etapa, se le preguntó al manager del Real Madrid qué le parecía la forma en que Marcelo había jugado.
"Nuestro segundo capitán, es 100% madridista; solo piensa en Madrid. Estamos trabajando para obtener la mejor versión de todos", respondió Solari, y luego se detuvo. Sí, el interrogador insistió, pero ¿qué pasa con este juego, el partido que acabas de jugar contra el Barcelona? Solari dijo "gracias", sonrió, y eso fue todo. Siguiente por favor.
Al no decir nada, lo había dicho todo
¿El juego? ¿Qué podía decir sobre el juego, sobre cómo había jugado el brasileño? Sí, Marcelo fue horrible otra vez, fue atacado y desarmado, bien podría no haber estado ahí afuera en absoluto. Se ve un poco pesado. No había mucho que pudiera decir Solari, pero aun así fue sorprendente, la sonrisa dulce pero forzada.
Durante la visita a Girona a principios de la temporada, se sintió culpable cuando Julen Lopetegui lo reemplazó con Raphael Varane. Marcelo admitió en el momento que "no entendió" la decisión, pero todos los demás lo hicieron.
Marcelo lleva 10 años en Madrid y siempre ha habido dudas sobre él.
Algunas de las dudas sobre Marcelo estaban bien fundadas. Marcelo se ve un poco pesado; en el cambio de año, hubo sugerencias de que tenía un sobrepeso de hasta siete kilos (15 libras), una fuga que no complacía al vestidor, y un ex gerente dice que siempre fue un jugador que, después de una lesión, fue más lento para alcanzar su peso ideal que otros.
Bajas considerables en sus estadísticas
Las estadísticas muestran que Marcelo tiene menos tacleadas que antes y también gana menos; incluso las estadísticas más simples muestran que ha iniciado apenas 11 partidos de liga esta temporada. Solo dos de ellos han venido desde el cambio de año: contra el Villarreal, cuando fue culpado por ambos goles, y la derrota por 2-0 ante la Real Sociedad. Ese día, fue retirado después de 77 minutos.
A los 30 años, es demasiado pronto para sugerir que el declive de Marcelo es definitivo, o incluso una cosa. Ciertamente es demasiado pronto para decir, como algunos lo han hecho, que esto es "el fin". Pero se siente más significativo que simplemente sustituir a un jugador que está fuera de forma.
