Los Reyes siguen de gira por España tras la crisis sanitaria, económica y social originada por la pandemia del coronavirus. Este miércoles visitaron en pleno Pirineo aragonés el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña, una auténtica joya de la época medieval. Junto al ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, Felipe y Letizia fueron recibidos a su llegada al monumento por el presidente de Aragón, Javier Lambán; el de las Cortes, José Javier Sada; la delegada del Gobierno, Pilar Alegría; el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón Ipas; y el hermano mayor de la Real Hermandad de Caballeros de San Juan, Félix Longás.
Los monarcas inauguraron el espacio expositivo del Conde de Aranda, que ha sido remodelado con nuevos contenidos al cumplirse tres siglos del nacimiento de Pedro Pablo Abarca de Bolea. Luego, Sus Majestades accedieron al interior del monasterio y recorrieron su impresionante claustro; la iglesia, donde se encuentra una copia del facsímil del Santo Grial; el Panteón Real, de estilo neoclásico; y el Panteón de Nobles, que alberga la tumba del X Conde de Aranda.
A continuación, los Reyes descubrieron una placa conmemorativa de su visita y se dirigieron al Panteón Medieval, conocido como la masadería, donde el hermano mayor les explicó los detalles sobre la reinhumación de los restos del linaje real de Aragón. El recorrido finalizó en la Sala del Concilio y en el primitivo templo mozárabe. El monasterio se encuentra dentro del Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel y es uno de sus elementos más sobresalientes, cubierto por la enorme roca que le da nombre.
Inauguración del espacio dedicado al Conde de Aranda en el Monasterio de San Juan de la Peña @culturagob @GobAragon https://t.co/I4cva1cjwU pic.twitter.com/0pKE5zbFJM
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) July 8, 2020
El conjunto abarca una amplia cronología que se inicia en el siglo X y está perfectamente mimetizado con su excepcional entorno natural. En su interior destacan la iglesia prerrománica; las pinturas de San Cosme y San Damián, del siglo XII; el mencionado Panteón de Nobles; la iglesia superior, consagrada en 1094; y la capilla gótica de San Victorián. Pero, sobre todo, sobresalen su magnífico claustro románico, obra de dos talleres diferentes, y el Panteón Real, erigido en el último tercio del siglo XVIII.
Posteriormente, Felipe VI y doña Letizia dieron un paseo por la calles de Jaca y mantuvieron una reunión de trabajo con representantes del sector del turismo de Aragón, que representa más de un 8% del PIB de la región y es un puntal importantísimo para fijar la población en el territorio, contribuyendo de manera primordial a la lucha contra la España vaciada.