La actriz sevillana Azucena Hernández ha muerto este miércoles a los 59 años de edad en Guadalajara, según ha confirmado su propio hermano en el que era su perfil oficial de Facebook.
Hernández saltó a la fama como una de las musas del destape, término acuñado por el periodista Àngel Casas para referirse al subgénero conocido como "Cine S", surgido en plena Transición española.
Desgraciadamente, también era conocida por el grave accidente de tráfico que sufrió en el año 1986, del cual salió tetrapléjica, y que la dejó postrada en una silla de ruedas para siempre. A raíz de este hecho, Azucena fue uno de los primeros rostros populares en pedir la legalización de la eutanasia.
Una actriz polifácetica
Nacida en Sevilla en 1960, tras probar suerte como modelo y presentarse al certamen Miss España, en 1978 protagonizó su primera película, "Las eróticas vacaciones de Stela", a la que le siguieron otras de corte similar.
Ya en los años 80 apareció en algunas de las cintas más recordadas de Mariano Ozores, como "¡Que vienen los socialistas!" o "Todos al suelo". A la vez, hizo teatro, actuó en la mítica revista "Las leandras" y grabó zarzuelas. En TVE colaboró en el concurso de Mayra Gómez Kemp 'Ding Dong' y en el programa deportivo 'Gol… y al Mundial 82'.
A los 26 años, un accidente acabó con su carrera
Pero tras rodar la célebre tragicomedia quinqui "La estanquera de Vallecas", estrenada en 1986 y dirigida por Eloy de la Iglesia, la carrera de Azucena Hernández acabó de un plumazo. El día 15 de octubre de ese año, un fatal accidente de tráfico cuando circulaba por la localidad madrileña de Las Rozas la dejó tetrapléjica y en silla de ruedas el resto de su vida. Tenía 26 años.
A partir de entonces, su vida pública se limitó a algunas entrevistas en prensa y televisión en las que contaba cómo hacía frente a su discapacidad. Hace tres años, declaró a El Mundo: "Nunca he perdido el sentido del humor. Ni en los peores momentos".