Félix Extremeño Prieto, más conocido como Félix el Gato, es un humorista español nacido en Madrid. Su fama se ha ido extendiendo por escenarios de toda España, además de cosechar notable popularidad gracias a su participación en un buen número de programas televisivos. Actualmente triunfa con la obra teatral ‘Relax, deconstruyendo a los clásicos’.
¿Cuál es el secreto para ser un buen humorista?
Pues no lo sé. Yo creo que en algunas profesiones o trabajos, el secreto está en hacerlo lo mejor que sepas. Aunque, en el caso del humor, supongo que también hay que valer, tener un cierto talento. Y luego vas aprendiendo cosas y “haciendo tablas” con el tiempo.
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¿Cómo empezaste en esto del humor?
Por accidente… Tuve un accidente de coche y, a partir de ese momento, decidí dejar mi trabajo y dedicarme a lo que me gustaba de verdad: el humor. Así que fue por accidente.
¿Qué supone para ti ser humorista?
Una satisfacción muy grande, pues no solo ayudas a que la gente se distraiga, sino que hay veces que se encuentran mal, y les haces olvidar sus problemas en una hora de show. Y luego las personas te lo agradecen mucho.
¿Tienes algún medio de inspiración en el que te basas para hacer tus monólogos?
Sí: la vida. Debemos reírnos de lo que nos ocurre en el día a día, de las cosas cotidianas. Yo creo que ese es el mejor humor… y el más sano.
Se podría decir que haces un humor ‘limpio’, alejado de lo chabacano y lo grosero…
Es que a mí lo de la grosería no me va. Alguna vez se puede insinuar algo subido de tono, pero sin llegar a decirlo abiertamente…
Para ser un buen humorista dicen que hay que reírse de uno mismo. ¿Tú lo haces?
Sí. Lo primero que hay que hacer es saber reírte de ti mismo. Por ejemplo, yo siempre me ridiculizo y digo que “no es que sea feo, es que soy incómodo de ver”.
¿Es diferente el humor de antes que el de ahora?
Sí, cambian los tiempos y cambian las formas de hacer reír al público. Yo llevo casi 40 años en esto del humor y se podría decir que ha cambiado mucho desde la época de Pajares y Esteso. Pero es cuestión de saber amoldarse y adaptarse a los nuevos tiempos.
Cuando preparas tus monólogos, ¿tu familia te ayuda o hace de público para ver si funcionan tus chistes?
Sí, mi familia me apoya y me ayuda, sobre todo mi hija, que va a verme mucho. Aunque también me critican…
En ocasiones mi mujer me echa la bronca y me dice “¿para qué cuentas eso?” y luego yo se lo digo al público: “Es que mi mujer no me deja contarlo”.
Para finalizar, ¿de dónde viene el nombre artístico de Félix el Gato?
Viene de que soy de Madrid y a los de Madrid nos llaman ‘gatos’ desde la guerra de la Independencia.
Entonces, ¿no tiene nada que ver con los dibujos animados del gato Félix?
No. Para nada. Ya digo que es porque soy madrileño y estoy orgulloso de serlo.