Ayer por el módico precio de 13€ todo el que estuviese cerca de la sala oventese La lata de Zinc, pudo disfrutar de la música de Les Filles de Illighadad, combo femenino formado en la pequeña localidad de Illighadad, en el centro de Níger.
El concierto comenzó alrededor de las nueve y media de la noche, con una sala todavía medio vacía y las tres chicas sentadas tan juntas y en el centro del escenario que era bastante complicado verlas, pero no por ello dejabas de disfrutar de su folk rural, con unas bases rítmicas rudimentarias, pero eficaces a base de palmas y una calabaza en un barreño con agua.
Tras las tres primeras canciones, las chicas se levantaron y entró en escena el único chico del combo y entonces tomaron las guitarras eléctricas, ya con toda la sala llena y entregada a los ritmos casi hipnóticos de Les Filles de Illighadad.
El público estaba entregado a los ritmos tribales de las chicas, sobretodo la parte delantera que parecían más en una rave que en un concierto de música tradicional, pero les entiendo, ya que las canciones eran largas y repetitivas que te llevaban casi al trance del baile. Hacia el final de concierto, la guitarrista pareció cansarse y le cambió el puesto con la cantante y fue entonces cuando vino el colofón final, cuando ella estaba más entregada que el público, se jalearon mutuamente hasta que llegó el final. Y se fueron tranquilamente entre el público como si lo que hubiésemos visto fuese una ensoñación del trance.