Dicho paraje está situado en las inmediaciones de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), en la carretera de Almaraz.
El objetivo es introducir vegetación arbórea en una superficie de dos hectáreas, lo que absorberá 175,5 toneladas de dióxido de carbono (CO2) en los próximos 40 años.
El Concejal de Medio Ambiente, Romualdo Fernández, y el Gerente de Aquona Zamora, Nicolás Esmoriz, participaron ayer en los últimos trabajos de la plantación, junto con el ingeniero, Francisco Martínez, del Grupo Sylvestris, los trabajadores que la están llevando a cabo.
Como recordó el Concejal, esta plantación es una continuación del proyecto "Reforesta Zamora", que tuvo su primera fase el año pasado en los parajes de Valderrey y Valorio, con una amplia reforestación en la que participaron diversos colectivos de la ciudad. Con este proyecto se pretende reducir paulatinamente las emisiones de CO2 a la atmósfera y reducir la huella de carbono en la ciudad, mediante la plantación de árboles en zonas que han sufrido un incendio o que sufren pérdida de masa forestal y la consecuente sequía y desertificación.
Según Romualdo Fernández, en la zona de La Candelada, se han repoblado con especies forestales autóctonas, como la encina o el pino, y también con almendros, "que aunque son propios de clima mediterráneo, proliferan y se han adaptado bien a estas latitudes", además con la intención de restaurar una zona anexa a la ciudad.
En concreto, se han plantado 450 ejemplares de Pinus pinea, 225 de Quercus ilex y 75 de Prunus Dulcis, que se espera que tengan el mismo grado de enraizamiento que el pasado año, con un grado de supervivencia de más del 90% de las plantas.
Esta plantación, con la que se recuperan más de 20 metros cuadrados de superficie arbórea, ha sido realizada por Sylvestris, una empresa social experta en siembra de masa forestal, que ha posibilitado la contratación de 4 personas en situación vulnerable, que forman parte del Plan de Acompañamiento Laboral del Ayuntamiento de Zamora, según ha destacado el Gerente de Aquona.
Nicolás Esmoriz ha puesto de manifiesto el compromiso de Aquona con el medio ambiente en la ciudad y la reducción paulatina de sus emisiones a la atmósfera, que ha pasado de 90 toneladas de CO2 en 2017 a 55 toneladas en 2019.
El propósito para 2023 es reducir hasta 20 ó 30 toneladas y el objetivo es "conseguir en unos seis años, con estas plantaciones y a razón de unas 750 u 800 plantas anuales, compensar más CO2 para la ciudad del que emitimos con nuestra actividad".
Como recordó el responsable de Sylvestris, los árboles absorben CO2 y a su vez, generan Oxígeno y combatir la sequía y desertificación y eliminar CO2 de la atmósfera mediante la introducción de vegetación arbórea, es luchar contra el cambio climático.