A pesar del desarrollo de la ciencia y la tecnología, este sector sigue siendo una de las áreas españolas donde continúa destacando la escasa presencia de mujeres en los cargos de gobierno. La situación mejora ligeramente en sectores de Administración Pública (48%) y universidades (43%), sin embargo, se acentúa la imposición del techo de cristal en los mayores cargos y en la carrera investigadora.
Según los datos proporcionados por el Consejo Superior de Investigación Científica (CSIC) en 2017, únicamente un 25% del personal investigador está formado por mujeres, frente al 75% constituido por hombres. Asimismo, el número de catedráticas de universidad y profesoras de investigación del CSIC apenas supera el 21 %, frente al 75,12% de hombres.
También se observan diferencias en la concesión de ayudas para financiar proyectos de I+D+I. Asimismo, en las convocatorias de dichas ayudas existe disparidad entre el número de hombres y mujeres que desempeñan cargos de presidencia y vicepresidencia. Sirva de ejemplo la convocatoria de 2016 donde solo un 24% de mujeres representaban las presidencias.
Esta brecha de género tiene su origen en diversos factores. El artículo ‘La brecha de género en el ámbito de la ciencia: ¿qué factores han influido y cómo podemos intentar remediarla?’ analiza y destaca algunos como las microagresiones que sufren las mujeres en este ámbito como, por ejemplo, los comentarios peyorativos; la existencia de mensajes estereotipados sobre la ciencia, y la forma en que los centros escolares presentan y enseñan esta asignatura.
Este último factor tiene gran relevancia puesto que, como refleja un informe realizado por PISA, es durante la etapa de la ESO cuando comienza a haber diferencias de géneros en las carreras de ciencias: de un total de 16,3% de alumnos que quiere estudiar ciencias, un 4,2% lo constituyen mujeres. Los centros educativos tienen, por tanto, un importante papel en la disminución de la brecha de género adoptando medidas como la inclusión de más profesoras en esta materia.
A estos factores se le suman otros como la influencia de profesores y familiares, los cuales pueden suponer un estímulo de interés para la elección de este tipo de carreras, además de la creencia de que la maternidad puede impactar negativamente en el rendimiento laboral, idea alentada por las pocas medidas que existen para conciliar el periodo de la maternidad.
Iniciativas
Varias mujeres han creado diversas iniciativas para impulsar el interés de las jóvenes en la ciencia y que, además, estas puedan desarrollar sus trabajos en el futuro. ‘Stem Talent Girl’, por ejemplo, es un proyecto promovido por Verónica Pascual, propietaria y directora ejecutiva de Asti Technologies Group, en el cual las chicas tienen la oportunidad de visitar una empresa de robótica.
Sara Gómez, consejera de la Real Academia de Ingeniería (RAI), es la directora del programa 'Mujer e Ingeniería de la RAI' que tiene un doble objetivo: por un lado, intentar que existan más ingenieros en el mundo y, por otro lado, hacer posible que haya más mujeres en ingeniería.
Por último, la iniciativa ‘Constantes vitales’ creó en 2018 la primera base de datos de mujeres científicas, para promover la Investigación y Tecnología femenina. Todas estas iniciativas nacen con dos ideas en común: llevar la ciencia y la tecnología a más jóvenes y posibilitar que las mujeres tengan una mayor participación en este campo.
