Un implante dental es un elemento metálico que se coloca durante una intervención quirúrgica en los huesos maxilares que hay situados debajo de las encías. El implante servirá para que el dentista pueda luego colocar sobre él las coronas o puentes fijos que sustituirán a las piezas dentales perdidas.
Los implantes dentales en España se vienen realizando desde hace más de 30 años. En la actualidad, se estima que se colocan en nuestro país unos 800 al año, lo que nos sitúa como líderes en implantología a nivel mundial. La Clínica Dehesa, precisamente, es número uno en implantes dentales en Zaragoza y en todo Aragón.
Una clínica dental de referencia situada en pleno centro de la capital maña y que cuenta entre sus servicios con sala de espera, cafetería, zona infantil, acceso gratuito a internet y parking. Implantes dentales, periodoncia, estética dental, endodoncia y ortodoncia son algunos de los trabajos que se llevan a cabo en esta clínica.
Qué es un implante dental
Un implante dental es uno de los procesos que más se suelen llevar a cabo en una clínica. Un recurso al que se suele acudir cuando los daños en los dientes son ya graves. No obstante, siempre hay que consultar previamente con el especialista, ya que en muchas ocasiones es posible llevar a cabo otras opciones antes que el propio implante.
Para definirlo de forma gráfica, un implante dental es un tornillo que se coloca en el hueso de la mandíbula para fijar allí el diente nuevo. Por lo general, se lleva a cabo para reemplazar una pieza dental por uno artificial o para cubrir el hueco que ha dejado la pérdida de un diente.
Ocurre que para colocar un implante dental, es necesario que el paciente disponga de masa de hueso para que quede bien fijado. Por tanto, no es cuestión de ir a la clínica y solicitar un implante, sino que será el profesional el que valore el estado de la encía para determinar si se puede realizar o no la operación.
Tipos de implantes dentales
Por lo general, los implantes dentales más habituales son dos:
– Implantes cónicos
– Implantes cilíndricos
La elección de uno u otro dependerá de cada paciente y de sus necesidades. Ambos atienden a la forma del implante. En este caso, tal vez la mejor sea opción sea el implante cónico, ya que imita la naturaleza de la raíz natural de los dientes. De esta forma, soporta mejor la fuerza al masticar y reduce el riesgo de movilidad.
Junto a los dos anteriores, existe la posibilidad de integrar también un implante dental con cuello pulido. La principal ventaja de este tipo es que el implante almacenará menos bacterias y disminuirá la presencia de sarro. Habría que añadir también los implantes dentales con plataforma externa o interna y los implantes dentales con conexión hexagonal o cónica.
También pueden distinguirse diferentes tipos de implantes dentales según la técnica quirúrgica realizada:
– Implantes dentales unitarios convencionales
– Implantes dentales con regeneración ósea guiada
– Implantes dentales postextracción o inmediatos
– Implantes dentales diferidos
– Implantes dentales con elevación de seno abierta o cerrada
– Implantes dentales zigomáticos
Ventajas de colocar un implante dental al paciente
La principal ventaja de colocar un implante dental es que se trata de la opción más segura para el paciente, ya que la prótesis irá unida al hueso. De esta forma, lo que se consigue es conservar la función sobre el hueso y lograr que el paciente pueda masticar los alimentos de la misma manera que si se tratara de un diente natural.
Un implante dental mejora la calidad de vida de las personas. Nada que ver con las dentaduras de quita y pon, ya que se trata de una solución fija. Una alternativa perfecta pues frente a las dentaduras postizas. Los que se colocan en la actualidad presentan además una gran durabilidad y en ningún momento el paciente sentirá dolor ni molestias.
No en vano, en la mayoría de los casos el postoperatorio de un implante dental apenas presenta incomodidades con respecto a otras intervenciones dentales.
Hay que señalar también que el mantenimiento de un implante dental no requiere de cuidados realmente especiales. Lo único que hay que hacer es realizar la higiene bucodental habitual de la misma manera que si se tratara de una pieza dental natural.
Es cierto que un implante dental puede suponer una inversión económica mayor, pero la rentabilidad y la calidad de vida que supone llevar un aparato de este tipo son más que evidentes. Los avances actuales han posibilitado que apenas se conozcan posibles riesgos, por lo que se trata de una solución más que efectiva.
Un implante dental, en definitiva, es lo ideal para que la persona pueda recuperar la confianza y su mejor apariencia. Una intervención muy común y fundamental para aquellas personas que hayan perdido uno o varios dientes.