Quien le iba a decir a Akira Toriyama que una historia basada en el relato chino de "El rey mono" se iba a convertir en su obra más preciada, un símbolo de su país y una de las mayores fuentes de merchandising en la industria del entretenimiento. Dragon Ball cumplió 35 años el pasado 20 de noviembre y la influencia de Son Goku en la cultura popular abarca ya hasta cuatro generaciones.
Goku se hace mayor
Akira Toriyama inició el manga de Dragon Ball tomando como referencia el famoso relato chino de "El rey mono", una leyenda muy popular en el oriente asiático. Sin embargo, pronto se darían cuenta de que la historia tenía potencial y fue cogiendo forma hasta mediados de los años 90 marcando la infancia de muchos niños y mayores.
A Goku le vimos crecer desde la primera serie, así como a sus amigos Bulma, Krilin y Yamcha que empezaron como niños y adolescentes. Con muchas escenas picantes y censura en algunos países, la busqueda de las bolas de dragón combinó comedia, acción, violencia y hasta cierto misterio y suspense.
Esa serie, para muchos la mejor de la saga, culminó con la boda de Goku y Chi-chi (Milk) tras la violenta saga del rey Piccolo (padre del actual personaje), su encuentro con "Dios" (ese nombre fue el que se le dió en España) y varias muertes y resurrecciones entre tres torneos de artes marciales. El maestro Roshi, Oolong, Puar, Lunch, Yajirobe, Ten Shin Han y Chaoz terminaban de completar el reparto de un universo que todavía era pequeño.
Dragon Ball Z, segundas partes siguen siendo buenas
El reencuentro con Goku y sus amigos se caracterizó por hacer más adulta la saga e introducir nuevos personajes así como incidir en la incipiente mitología que habíamos visto en la anterior serie. Son Gohan, el hijo de Goku, tendría un protagonismo más fuerte en vistas a suceder a su padre como protagonista.
Sin embargo, Vegetta, un nuevo personaje del mismo planeta que Goku le robaría todo el protagonismo y se uniría a la expansión de personajes que se desarrollaría durante tres sagas. Las aventuras por el espacio, el tono excesivamente adulto con la enfermedad del corazón de Goku y una disminución del tono de comedia marcaron las tres sagas.
Con cierto engaño durante la primera saga y tras acabar con potenciales aliados (Raditz o Nappa) descubriríamos la existencia de nuevos planetas y de un poderoso conquistador tan malvado que mató a Krilin de la forma más cruel: Freezer. Ese hecho nos revelaría el verdadero orígen del poder de Goku.
La saga de Cell mantendría una gran dosis de suspense jugando con la enfermedad de Goku y el paso a secundarios de algunos de sus protagonistas en algo que adivinariamos en la saga de Buu donde el peso familiar marcaría buena parte de las tramas. Siguen las escenas fuertes y algo gore aunque eventualmente se suavizarían. El final de la serie queda de alguna manera inconcluso.
GT, el experimento fallido y Super, la evolución millenial
Dragon Ball GT fue el intento de explorar las posibilidades del espacio (Grand Tour) y convertir la busqueda de las bolas de dragón en una aventura tipo Star Wars. El invento no funcionó ni en Japón ni a nivel mundial y a día de hoy desconocemos si forma parte del canon oficial de la serie. A pesar de los muchos fallos, hay que destacar una muy buena animación así como un fuerte potencial en sus últimos capítulos que concluirían con la despedida definitiva y la muerte de Goku.
Tendrían que pasar 20 años hasta que vieramos la continuidad de Dragon Ball Z y esa sería Super. Influenciado por los comics de Marvel, se nos presentan unas jerarquías en el universo y se introduce el concepto multiverso. La serie fue blanco de críticas por una pobre animación que fue poco a poco mejorando pero, a pesar de algunas tramas excesivamente largas, la aprobación por parte del público de todas las edades la convirtió en un éxito. El hecho de que no se olvidara a nadie (uno de los grandes errores de GT) fue muy apreciado y el concepto fan-service se hizo evidente.
Más de 30 películas, más de 100 videojuegos, juguetes, bandas sonoras y eventos de todo el mundo han hecho de la obra de Akira Toriyama un símbolo universal de Japón. En su 35 aniversario, se ha anunciado la segunda parte de Dragon Ball Super así como nuevas películas para resolver los misterios pendientes de la serie y añadir nuevos. Lo cierto es que le queda todavía mucha vida a Dragon Ball y su 35 cumpleaños lo demuestra.