Nokia es una de las grandes en el mundo de la telefonía, aunque con el auge de Android e iOS no supo reaccionar y acabó despareciendo del mercado de smartphones tras unos años bajo yugo de Microsoft y Windows Mobile. Ahora, en 2017, resurge de las cenizas y lo hace bajo la marca HMD y con tres modelos para cada tipo de usuarios. De esos 3 modelos, el más atractivo es el Nokia 8, el buque insignia de la marca y el claro ejemplo de que la marca viene en serio. Y sí, ya lo hemos probado.
El Nokia 8 es un dispositivo que mantiene la esencia de la Nokia ‘presmartphone’ pero se adapta a nuestros días, aunque no es perfecto. Nos ofrece un buen diseño, una buena construcción, un buen rendimiento y lo más completo en el terreno multimedia, pero todo lo hace bien, no excepcional.
En el apartado de la construcción desde Nokia destacan mucho que estamos ante un smartphone muy resistente gracias a que está construido con una sola pieza de aluminio y lo cierto es que sí, a la mano el Nokia 8 es un dispositivo que se siente robusto, digno de la fama de algunos antecesores suyos. Además, los cantos redondeados hacen que se sienta muy cómodo a la mano. El mayor problema que tiene la construcción del Nokia 8 es que es un poco resbaladizo y no pide a gritos una funda para que no tengamos que comprobar su resistencia sin llevarnos un susto.
El tamaño es otra cosa que podemos echarle en cara. Los marcos superiores e inferiores son más grades de los que vemos en otras marcas, algo no muy difícil con la tendencia ‘todo pantalla’ actual, pero esto es algo que se le permite ya que se entiende que Nokia haya querido no arriesgar demasiado en este apartado en su primer gama alta, algo que ya veremos en un futuro Nokia 9 (según las últimas filtraciones).
Hablando ya de las especificaciones del Nokia 8, veremos que tiene todo lo que un gama alta actual debe tener:
– Qualcomm Snapdragon 835
– 4 GB de RAM
– 64 GB de almacenamiento + MicroSD
– Pantalla 2K de 5’3 pulgadas
– Cámara dual trasera de 13 MP y sensor monocromo. Cámara delantera de 13 MP.
– Batería de 3090 mAh.
– Sonido HiFi OZO Audio
Todas estas cifras y nombres se traducen en que nos encontramos ante un dispositivo que es capaz de mover todo de manera fluida y sin ningún tropiezo, ya sean juegos, aplicaciones o navegación por internet.
En el apartado de la pantalla tampoco hay problema, tenemos un tamaño de pantalla bueno, con un panel que da una calidad de imagen buena y que no ofrece ninguno de los problemas que estamos viendo actualmente los dispositivos como el iPhone X o el Pixel 2 XL.
El audio es otro punto bastante bueno y se escucha bastante alto y con una calidad muy buena gracias a la tecnología OZO de la propia Nokia. Este audio también destaca en el apartado de la grabación de vídeo, siendo de los más sensibles y fieles que hay en el mercado.
La autonomía del Nokia 8 se puede catalogar como normal, una vida útil que roza la media de las 4 horas y media – 5 de pantalla encendida, lo que se traduce en que llegaremos al final del día, pero sin ir más allá. Por suerte, tenemos carga rápida por si algún día flaquea.
En el terreno de las cámaras, el Nokia 8 deja un sabor agridulce. La alegría de ver que la cámara trasera y delantera son la misma se ve rápidamente diluida por unos resultados algo peores de los vistos en la competencia, con unos tonos algo fríos y fotos algo más apagadas de los que gustará a muchos usuarios. Además, cuando cae la luz, se nota que las cámaras se mantienen en un f2.0 en lugar del f1.8 que vemos en el resto de gamas altas, lo que hace que las fotos y vídeos sean menos luminosos y con algo más de ruido.
Pero la cámara también tiene sus cosas buenas, y muy buenas, entre ellas tenemos el modo retrato, algo que hace excepcionalmente, y la posibilidad de grabar 4K con la cámara delantera y trasera, incluso con ambas a la vez. También tenemos la posibilidad de hacer directos en redes sociales desde la propia aplicación de cámara (aplicación que requiere cierto aprendizaje).
El aspecto más negativo que tiene el Nokia 8 es su sistema de notificaciones llamado Glance. La falta de un LED de notificaciones hace que tengamos que usar sí o sí esta especie de salvapantallas para saber cuándo recibimos notificaciones. El problema viene al ver que solo tiene 3 tipos de notificaciones (llamadas, email y mensajes) y que Whatsapp, por ejemplo, no lo notifica, lo que lo hace incómodo y nos hará perder más de una notificación. Además, la falta de un sensor lumínico hará que este Glance se mantenga encendido más de la cuenta, consumiendo batería y perdiendo su carácter avisador de las notificaciones. La falta de este sensor también afecta al brillo de la pantalla, que tendremos que bajar o subir manualmente.
En definitiva, el Nokia 8 es un buen intento por parte de HMD Global y Nokia en el año de su regreso, aunque tiene algunos fallos que lo hacen estar por debajo de lo esperado y ser considerado como una buena base de lo que vendrá, que si mejoran un poco será excepcional. Por 500 euros actualmente existen alternativas mejores, pero si lo eliges este Nokia 8 no te estarás equivocando tampoco.