Se han expandido por todos los rincones de España (Europa y EEUU). Cada célula que cae, tiene un repuesto inmediato, con individuos deseosos de escalar la pirámide delictiva de la mafia nigeriana. Lo tienen todo controlado, desde Nigeria y su paso por Níger con agentes comprados; hasta llegar a las costas de Libia, ese país mediterráneo donde se acumulan miles de seres humanos, a modo de ganado que espera ser subastado.
Y de Libia, en zodiac, patera o lancha de juguete, hasta Italia, donde un enlace de la mafia las acomoda hasta llegar al lupanar de destino: cualquier sitio es bueno para obligar a que estas jóvenes se prostituyan por 10, 20 o 30 euros el ‘servicio’; en la calle o en pisos. La refinada mafia nigeriana, lideraba por hombres de extrema violencia, ha encontrado un nuevo caladero: sus compatriotas también quieren poder y no dudan en esclavizar a mujeres como ellas, a humillarlas, maltratarlas y hasta matarlas de hambre si se niegan a doblegarse.
La Policía Nacional, en un nuevo golpe a esta mafia que infesta el planeta, ha detenido a 10 proxenetas, de los que 8 son nigerianos y dos de ellas las carceleras de las chicas; y los otros 2 son españoles, que ya han entrado en tratos con los africanos y les facilitan lugares de acogida y destinos para la prostitución. En esta redada se han liberado 13 víctimas.
La operación se ha desarrollado en Málaga, donde las víctimas eran obligadas a hacer la calle en el paseo marítimo de Fuengirola y en el polígono Guadalhorce de Málaga, aunque algunas de ellas habían sido intercambiadas en A Coruña y otros lugares. La jefa de Málaga, era el enlace con sus jefes mafiosos en Nigeria; la otra jefa, se encargaba de captar a las chicas en Libia, controlar su periplo y traerlas a España.
Aquí, además de esclavizarlas en la prostitución, eran obligadas a robar a los clientes y en la calle, con sospechas de que vendieran droga al menudeo, porque esta mafia toca todos los palos. En los 5 registros (4) en Málaga capital y (1) en Fuengirola, se han intervenido 13.500 euros y 1 libras, terminales informáticos, documentación relacionada con la víctimas de trata y efectos de vudú.
Como los agentes no se pongan a la tarea de identificar una por una a las mujeres que hacen la calle, este problema se va a convertir en un infinito; con el agravante de ser una rueda de hanster, donde las chicas salen de sus países, son esclavizadas en otros países sin conocer el idioma y en situación irregular, para ser liberadas de sus tratantes y quedar en la calle indefensas, desamparadas, solas. ¿Están abocadas a volver a la red?