Se hacen de oro a costa de sus paisanos, sin despeinarse. La mafia marroquí escala peldaños en la comisión de delitos, sabedores de la legislación española y buenos conocedores del territorio y vías de escape.
Si a mediados de junio se detenía a 28 individuos de dos organizaciones complementarias en la trata marroquí 28 individuos de dos organizaciones, ahora hay 5 apresados más, colegas de negocio del primer quinteto apresado y encarcelado en mayo (2 hombres y 2 mujeres marroquís, que contaban con la colaboración de una española). En esta última ocasión ha sido la Unidad de Inmigración Irregular y los Grupos de Información de Murcia y Algeciras quienes han intervenido.
La red se mueve en la captación de conciudadanos en Marruecos, a los que facilitan un billete de ida al paraíso europeo, con un coste que comienza en los 2 euros (más o menos) por el trayecto en patera hasta las costas españolas.
Cuando llegan están bien aleccionados: o les ayudan a escapar de los centros de acogida de menores días después de alojarse en ellos, o les esconden en sus domicilios subsidiados, hasta hallar la forma de llevarles a sus destinos nacionales o fuera de nuestra frontera: Alemania, Francia…
Pero la mafia quiere más y amplía horizontes hacia el África subsahariana. A quienes quieren salir de su país, se les ofrece un amplio catálogo de servicios que suman en sus arcas hasta 8 euros por cabeza. Una abultada deuda que, en ocasiones, se salda con el tráfico de hachís, tan cultivado en suelo africano.
La migración, que en su concepto primero es el dejar el país de origen para trasladarse a otro, está enfangada por las mafias, que se han enredado en todos los rincones de Europa. En España hay pocas localidades que no sean sospechosas de contar con algún miembro mafioso arraigado en una comunidad nacional.
Los 5 apresados esta vez lo han sido en Cambrils (Tarragona), Manresa (Barcelona), Valderrobres (Teruel) y Concentaina (Alicante). La costa de Cádiz, con su gran base en Algeciras, es parangón de ello, pero están en Madrid, Oviedo, Gijón, Castellón, Algeciras , Zamora, Barcelona, Lérida, Bilbao y Murcia, por poner ejemplos recientes y no remontarnos a otras células desarticuladas, que llevan a cabo los trámites de empadronamiento, obtención de la cartilla sanitaria, proporcionar identidades falsas, contratos laborales en precario…