La Policía de Wuppertal ha encontrado este jueves los cadáveres de cinco niños en un apartamento del tercer piso de un edificio de viviendas de la localidad alemana de Solingen, situada en el Estado de Renania del Norte-Westfalia. Los primeros indicios señalan como supuesta culpable a la propia madre de los menores, una joven de 27 años de edad que posteriormente se ha tirado a las vías del tren, tal y como han confirmado las fuerzas de seguridad a la agencia de noticias DPA. Mientras, hasta 40 personas, entre policías y forenses, trabajan en la casa donde se han hallado los cuerpos sin vida de los críos. Los fallecidos son tres niñas y dos niños, y tenían uno, dos, tres, seis y ocho años, según cuenta el tabloide sensacionalista Bild en su edición digital.
Las investigaciones iniciales sitúan como principal sospechosa de la muerte de los pequeños a su progenitora. La mujer habría matado a cinco de sus hijos antes de arrojarse por el andén número 11 de la estación de tren de Düsseldorf, a unos 35 kilómetros del lugar de los hechos. La presunta parricida ha sobrevivido al intento de suicidio, aunque se encuentra herida de gravedad. De momento, la supuesta asesina permanece ingresada en un hospital de la zona custodiada por varios agentes de policía. Al parecer, aún no está en condiciones de declarar. Por su parte, el hijo mayor de la joven, que tiene 11 años, presenta daños físicos y ha sido acogido por unos familiares. Las autoridades han contactado con el padre de los menores, que se supone que no estaba en el hogar cuando se produjo el horrible suceso, aunque no ha trascendido dónde se halla.
Según los medios locales, las alarmas saltaron en torno a las dos de la tarde, cuando la abuela de los pequeños llamó a la Policía. Poco después, el bloque de pisos en el que sucedieron los hechos fue acordonado y empezaron a llegar ambulancias al lugar. Se cree que la madre, tras asesinar a cada uno de los cinco niños fallecidos, se marchó con el menor de 11 años a la estación central de la región de Düsseldorf. Allí, el hijo mayor, que todo indica que fue objeto de algún tipo de agresión, se montó en un tren en dirección hacia Mönchenglabach, una localidad vecina, donde reside la mencionada abuela. Posteriormente, la joven habría intentado quitarse la vida lanzándose a las vías.
La causa del espantoso quíntuple crimen es una icógnita. Un portavoz de la Policía de Wuppertal, ciudad cercana al municipio de Solingen, ha informado que los investigadores manejan como hipótesis más problable un acto criminal, pero habrá que esperar a que la señalada como presunta homicida, de nacionalidad alemana, sea interrogada. "Por el momento asumimos que la madre, de 27 años, es la culpable", ha indicado a la agencia Reuters el agente Stefan Weiand. "No sabemos qué ha ocurrido exactamente, cuándo o por qué, solo que es una situación muy trágica", ha añadido.
De su lado, el alcalde de Solingen, Tim Kurzbach, ha asegurado a través de Facebook sentirse "consternado y muy afectado" por la noticia de la muerte de los cinco niños en la ciudad, una localidad de 160 habitantes ubicada en el oeste de Alemania y muy próxima a la frontera con Bélgica y Países Bajos.