Muy cerca estuvieron tres hombres de nacionalidad británica de llevar a cabo el envío de tres kilos de marihuana mediante una empresa de mensajería instantánea a Londres; durante los hechos, agentes de paisano observaron a dos hombres bajando de un coche una caja precintada, estos presentaban un aspecto de nerviosismo y miraban a su alrededor constantemente, mientras un tercero esperaba en el coche al volante, esto despertó las sospechas de los agentes que inmediatamente ordenaron el registro de la caja.
La ayuda de guías caninos confirmaron la existencia de droga en el vehículo y la caja precintada, dentro de la misma se encontraban los tres kilos de marihuana repartidos en seis cilindros de fabricación casera. Tras el hallazgo la policía registró el domicilio de los tres británicos encontrando numerosas pruebas entre las que se encontraban diferentes objetos para la fabricación de los cilindros, además de 297 gramos de hachís y una máquina de contar billetes.