La víctima, una joven checoslovaca, fue engatusada con un falso trabajo de cuidadora de una niña, hija de la pareja de rumanos arrestada, para que viajara a Palma de Mallorca, viviera con ellos y comenzara una vida con mejores posibilidades económicas.
Bueno, como siempre, de lo dicho no me acuerdo y, una vez en la Isla, los tres apresados la confinaron en la vivienda y, según dice en su denuncia, la obligaban a realizar todas las tareas del hogar, incluido el cuidado de la menor, y a robar en grandes almacenes, cualquier objeto de marca que puedan vender en España, en primera instancia, o llevarse a Rumanía, donde invierten los beneficios en negocios y propiedades.
Policía Nacional abrió la correspondiente investigación, a la vez que se ponía en marcha el protocolo de acogida de la víctima. Dieron con los tres captores y explotadores, y registraron la vivienda, donde hallaron dinero, prendas de vestir, calzado y bolsos de prestigiosas marcas internacionales procedentes de los hurtos y que los detenidos no podían acreditar su procedencia.