Otro capítulo más de la docuserie de Rocío Carrasco y la polémica no hace más que aumentar. En este capítulo Rocío Carrasco ataca nuevamente a toda la familia en especial a José Ortega Cano a quien acusa de maltrato a su madre.
Rocío Carrasco miente constantemente y una de estas mentiras es que Rocío Jurado dejó un legado bastante grande a sus nietos David flores y Rocío flores. Mientras que a Ortega Cano, le dejó la ganadería hierbabuena. El único problema, fue que ese testamento no llegó a firmarse nunca ante un notario, por lo que no tiene la validez necesaria para hacerse oficial.
En este documento, Rocío Carrasco no se llevaba nada de la herencia, mientras que la persona legataria de todo, era nada más y nada menos que su hermana, Gloria Mohedano.
Rocío Carrasco se muestra muy enfadada por esa parte y le echa la culpa de todo a Antonio David flores, diciendo que si ese testamento fue así, era porque ella se encontraba todavía casada con Antonio David y que él iba a meter sus sucias manos en los bienes de Rocío Jurado.
Esto puede estar en tela de juicio, porque es poco probable que Rocío Jurado no quisiera dejarle nada de su herencia a sus nietos.
Otra parte importante del capítulo, es cuando Rocío Carrasco cuenta que su madre la había llamado y le dijo que estaba muy mal, que fuera por ella, porque se encontraba con las maletas, sentada, llorando en la puerta de la casa. Según Rociito, Ortega Cano había discutido con ella y la había sacado de la casa. Insinuaciones gravísimas y de hecho, dice literalmente que Ortega Cano no tiene la conciencia limpia, porque se ha portado con su madre como un auténtico perro.
Estas declaraciones podrían llegar fácilmente a los juzgados, en una demanda por parte del torero.