Ya ha pasado más de un año desde que se emitiera en Telecinco la serie documental de Rocío Carrasco, Rocío: contar la verdad para seguir viva, su relato conmovió mentes tanto dentro de Telecinco como fuera del mundo de la prensa rosa. Un relato en donde Rocío Carrasco contaba la violencia de género y vicaria que sufrió por parte de Antonio David Flores a lo largo de dos décadas, llegando a conmocionar incluso a su hija Rocío Flores, la cual no mantiene relación con ella desde el año 2012, cuándo se produjo un desencuentro en el que la por aquel entonces menor, propinó una paliza a su madre que la obligo a ir a urgencias.
Según se ha conocido, la joven trató de intervenir en pleno directo mediante la emisión del primer capítulo de la docu serie de su madre, pero los altos cargos de Mediaset no la dejaron opinar ni dar otra versión acerca de lo que se estaba hablando dentro del documental de Rocío Carrasco.
Antonio David Flores explica a través de su canal de YouTube, en el día en el que su hija debutaba como colaboradora en Ya son las 8, que Rocío Flores lo único que quería era cruzar puentes con su madre y que su intervención a llamar por teléfono durante la emisión del documental iba a ser conciliadora, tratando de solucionar rencillas para que algunas cosas se aclarasen en público en ese momento.
No como lo vendieron, ya que pusieron que la hija del ex Guardia Civil se encontraba muy nerviosa y que lo que iba a hacer era cargar contra su madre y mostrar una actitud de todo menos conciliadora.
Ese día fue Alberto Día,z uno de los directores de Sálvame que ahora ha sido despedido, según cuentan, el que cogió la llamada de Rocío Flores y negó su pase a directo porque aseguraban que el tono que estaba empleando Rocío Flores era de una persona que estaba alterada y que por tanto no podían darle paso en el programa. Antonio David lo tacha una vez más de mentiroso, dando a entender que lo único que quería era dejar en mal lugar a Rocío Flores y que no se arreglaran nunca las cosas con su madre.
Aparte, de esa manera, aunque el tono de su hija fuese conciliador no interesaba a ningún miembro de la cúpula de Mediaset que Rocío Flores entrase en esa llamada hablando de su madre, porque les iba a boicotear el documental que luego sirvió para dar un férreo apoyo a Rocío Carrasco y una mayor credibilidad a su historia. Antonio David carga contra la fabrica de la tele, asegurando que no dejaron entrar a su hija ya que iba a destruirles el documental que habían preparado.
A juzgar por ese tipo de declaraciones, se entiende que el malagueño se encontraba al lado de su hija cuando realizó esta llamada y ese era uno de los motivos a los que se había acogido Alberto Díaz para no contestar a la misma, ya que consideraron que la joven estaba siendo manipulada por su padre y solo seguía órdenes suyas a la hora de ponerse en contacto con el programa.