La Puerta del Sol y la Plaza Mayor comparten protagonismo en la almendra central de la capital. La primera de ellas es el punto de encuentro por excelencia. Escenario de hitos históricos en Madrid y de las famosas doce campanadas que saludan el nuevo año, uno tras otro desde hace más de un siglo.
Actualmente preside la plaza la sede del gobierno de la Comunidad de Madrid, que en su momento fue la Dirección General de Seguridad y originariamente la Real Casa de Correos. Frente a su entrada se ubica la placa del kilómetro cero que marca el origen de las seis autovías radiales nacionales. Y completando el paisaje urbano se ubican el Oso y el Madroño, la estatua de la Mariblanca, la estatua ecuestre del rey Carlos III y el legendario cartel publicitario del Tío Pepe.
A pocos metros se halla la Plaza Mayor, que data del siglo XVII. Circundada enteramente por soportales sostenidos por pilares de granito, una estatua ecuestre de Felipe III se encuentra en el centro de la misma y en un lateral la llamada Casa de la Panadería, con frescos de la época rehabilitados no hace mucho tiempo.
Sin dejar el centro de la ciudad, se localiza la Plaza de Oriente y en ella el Palacio Real –utilizado actualmente para las recepciones oficiales– y la Catedral de la Almudena –cuya construcción ha durado un siglo–. Y a escasa distancia se encuentra la reciéntemente rehabilitada Plaza de España, remozada como un espacio más verde y accesible para el peatón. De hecho, su peatonalización permite conectar ahora la Plaza de Oriente, los Jardines de Sabatini, el Campo del Moro y Madrid Río.
Y para terminar con las más emblemáticas plazas madrileñas, la de Cibeles quizá se lleve la palma, junto a la Puerta del Sol, de ser las más visitadas y fotografiadas por propios y foráneos. Con la célebre fuente de la diosa Cibeles en el centro, el espectacular edificio del actual Ayuntamiento de Madrid y anterior Palacio de Comunicaciones, el Palacio de Linares, el Banco de España y el Cuartel General del Ejercito circundan la plaza y completan su bella fisonomía.
Lugares representativos
Icónica es la Puerta de Alcalá, de estilo neoclásico, que data del siglo XVI y se inspira en los antiguos arcos romanos, compuesta de tres arcadas y dos puertas. El monumento más representativo del considerado mejor alcalde de Madrid, el rey Carlos III. Pero no es la única de la ciudad. Destaca también la de Toledo, levantada en el primer tercio del siglo XIX con un arco y dos puertas y la Puerta de Hierro, del siglo XVIII, a las afueras de Madrid, debiéndose su nombre al hierro forjado de la verja que une sus pilares.
El Congreso de los Diputados y el Templo de Debob son otros lugares dignos de visitar y fotografiar. El Parlamento se ubica a pocos metros de la fuente de Neptuno y de una de las pinacotecas más importantes del mundo, el museo del Prado (con más de 35 obras pictóricas expuestas), destacando sus fabulosos leones escoltando la entrada al hemiciclo. Mientras que el templo egipcio se halla en el Parque del Oeste, una cesión de Egipto a España en agradecimiento por haber participado en la reconstrucción de los templos nubios debido a las obras del lago Nasser.
Y para contemplar lo mejor del mudéjar en la capital nada mejor que ver el coso taurino de Las Ventas, la verdadera catedral del toreo en el mundo.
Las arterias y pulmones de la ciudad
La Gran Vía bien podría bautizarse como el Broadway madrileño. Teatros, cines y grandes tiendas comerciales pueblan tan imponente avenida, ornamentada con edificios de alta alcurnia como el Metrópolis –en la confluencia de la calle Alcalá con Gran Vía– de inspiración francesa y columnas corintias; el de Telefónica, que fue el primer rascacielos de Europa inspirado en los edificios neoyorquinos; y el de Carrión, en la plaza de Callao, con forma de cuña y el famoso luminoso de Schweppes en su cúspide.
Mientras que en la otra gran arteria urbana, el Paseo de la Castellana, se emplaza la “city” financiera. De la Plaza de Colón hasta las cinco torres que conforman el “skyline” de Madrid: la Torre Cepsa, la Torre PwC, la Torre de Cristal, la Torre de Espacio y la Torre Caleido, que dejan pequeñas a las inclinadas Torres Kio.
Para oxigenar Madrid, la capital cuenta con tres importantes pulmones. El parque de El Retiro, antiguos jardines reales con un amplio lago y pequeños palacetes, se extiende hasta 125 hectáreas con más de 15 árboles en este remanso de naturaleza en el centro de la ciudad. El del Oeste, que pasó de ser el mayor vertedero de la capital a principios del siglo XX a ser en la actualidad un imponente parque. Y frente a éste la Casa de Campo, 1500 hectáreas de espacio natural que alberga el zoo, el parque de atracciones y un extenso lago.