La llegada de los Reyes Magos siempre ha supuesto el epílogo de la Navidad. Pero, ¿esta tradicional festividad donde se celebra?. Es en los países que profesan mayoritariamente la religión católica donde se ha institucionalizado esta efemérides y más concretamente en España y en la mayoría de países hispanohablantes.
Origen de los Reyes Magos y otros personajes
El origen de la festividad del 6 de enero surge del nacimiento de Jesús y su posterior adoración. Los Reyes Magos son unos personajes que se citan por primera vez en el Nuevo Testamento. A partir de este relato la iglesia y el populacho en general han ido dando forma a esta celebración
En España la tradición de convertir la noche de Reyes en la fiesta por excelencia de los niños surgió en el último tercio del siglo XIX, celebrándose la primera cabalgata en la ciudad alicantina de Alcoy.
Pero la tradición de los Reyes Magos en Europa no ha ido más allá de los Pirineos. Solo en España son los encargados de repartir los regalos a los más pequeños. Mientras que nuestros vecinos Portugal y Francia o algo más lejanos como Irlanda, Reino Unido o Alemania tal tarea recae en exclusiva en Papa Noel o Santa Claus. En Italia será la bruja Befana la que obsequiará a todos los niños y niñas de regalos, dulces y caramelos.
Mientras que en Rusia y la mayoría de países de la Europa del Este el encargado del reparto es el Abuelo de las Nieves. Y en Países Bajos, Polonia o Ucrania lo es San Nicolás.
Leyendas y curiosidades
La leyenda dice que los Reyes Magos en realidad no pertenecían a ninguna dinastía real ni nada por el estilo, sino que eran unos sabios llegados de Oriente. De hecho, en aquellos tiempos en Mesopotamia el apelativo de “mago”, los llamados “magusaioi”, hacía referencia a adivinos y astrólogos. De ahí lo de seguir la estela de la estrella que les señalaba el lugar de nacimiento de Jesús. Aunque otra teoría apunta a que la procedencia del término es del persa “maguusha”, que significa sacerdote.
Aunque también se duda por una parte de que fueran solo tres los Magos de Oriente –la iglesia ortodoxa siria y la apostólica armenia hablaban de doce como los apóstoles–, este número lo establece el Papa León I el Magno en el siglo V, y por otra de que visitaran a Jesús en Belén para así burlar la intención del rey Herodes de matar a todos los niños recien nacidos y evitar la amenaza sobre su reinado.
El origen de los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar se popularizó tras el descubrimiento de un mosaico de la basílica de San Apolinar en la ciudad italiana de Ravena, aunque otra teoría habla de que fueron mencionados en el evangelio armenio apócrifo del siglo VI.
Otra curiosidad es que no será hasta el siglo XIV cuando uno de los tres magos de Oriente se le empieza a representar de manera iconográfica con piel oscura. Posteriormente se interpretó a modo de simbología que cada uno de ellos representaba a la raza de cada uno de los tres continentes en ese momento conocidos: Europa, Asia y Africa.