El Cairo,conocida con el sobrenombre de la Ciudad de los Mil Minaretes, es tan caótica como fascinante. Millones de visitantes llegan hasta allí todos los años entusiasmados por la cultura egipcia, hechizados por el misterio de las pirámides y embaucados por la megalomanía faraónica.
Si obligada es la visita de sus exuberantes fortalezas, museos y mezquitas, no lo es menos la de sus zocos, plazas o mercados. A la ribera del Nilo se asienta esta urbe, la más populosa del continente africano, con casi veinte millones de habitantes.
El centro histórico
La capital egipcia, cuyo centro histórico es considerado Patrimonio de la Humanidad, se articula en torno a la plaza Tahrir, el espacio público más grande de El Cairo y centro neurálgico.
La plaza se ubica muy próxima al espectacular puente Qasr al-Nil que cruza el río Nilo y se localizan edificios tan emblemáticos como el Museo Egipcio, el Hilton Nile Hotel, la sede de la Liga Árabe, el Mogamma que acoge en su interior 13 ministerios y la Universidad Americana de El Cairo.
Pero el más representativo de todos ellos es el Museo Egipcio, ubicado en un edificio de estilo neoclásico, que expone una suntuosa colección de los tesoros de Tutankhamon. La máscara y el sarcófago de oro puro que se descubrieron en la tumba del faraón en el Valle de los Reyes supuso el descubrimiento más valioso de objetos pertenecientes a la antigua civilización egicpcia.
Destaca también la sala de las momias, donde reposan los restos de importantes faraones y se exponen más de 120 objetos del Antiguo Egipto, tales como estatuas, pinturas, relieves y elementos funerarios.
Y si continuamos callejeando por el centro de la ciudad nos toparemos en una zona amurallada con el más famoso de los zocos del mundo árabe, el de Khan el Khalili, el mercado oriental más visitado del mundo. Tiendas y puestos de telas, artesanía, perfumes, joyas, especias y todo tipo de souvenirs colman las abarrotadas calles y laberínticos pasadizos del mercadillo con más de 1 puestos.
Lugares de interés
Algo más allá llegamos al Barrio Copto, la zona cristiana de la capital egipcia, horadado de estrechas callejuelas, pequeños santuarios e iglesias cristianas. La más conocida es la iglesia de Santa María la Virgen construida sobre una de las puertas de la antigua Fortaleza de Babilonia. Tambien digno de ver es el Museo Copto con obras de arte sacro, papiros y manuscritos evangélicos.
Y al nordeste de El Cairo se emplaza la Ciudadela de Saladino, antiguo bastión militar que protegía a la ciudad del ataque de los enemigos en las Cruzadas. La Ciudadela está delimitada por una robusta muralla, circundada por torres defensivas y una de sus mayores atractivos son las espectaculares panorámicas de la ciudad desde sus murallas.
En su interior destaca la Mezquita de Mehmet Ali Pasha, o más conocida como Mezquita de Alabastro por el material que recubre el exterior. Es una réplica de la de Santa Sofía de Estambul.
Junto a la Ciudadela se localiza uno de los lugares digamos más curiosos de esta inmensa urbe, la Ciudad de los Muertos, un inmenso cementerio en el que habitan los vivos entre tumbas y nichos. Esta zona está conformada por una serie de cementerios musulmanes repleto de mausoleos, cúpulas y minaretes.
Con el transcurso del tiempo se ha tornado en un barrio marginal en la que muchas familias hacen vida y duermen en las antiguas sepulturas allí ubicadas. Aseguran que más de un millón de habitantes sin agua ni electricidad, llegando incluso a pagarse alquileres por ocupar una tumba.
Las Piramides
Será en el extrarradio de El Cairo, a 18 kilometros en Gizeh, donde se halla la guinda del pastel, la única maravilla del mundo antiguo que permanece en pie, las Piramides de Keops, Kefren y Mikerinos, construcciones funerarias que se edificaron bajo las ordenes de faraones de diversas dinastías.
La gran Pirámide de Keops –la más grande de todo Egipto alcanza una altura de 140 metros y se estima que tuvo que ser levantada con más de dos millones y medio de bloques de piedra caliza, cien mil hombres y durante treinta años– fue la última morada del faraón que le da nombre y se encuentra escoltada por las de Kefren –la única que conserva parte de su antiguo revestimiento externo– y Mikerinos –la más pequeña de la tres pero aún así alcanza una altura de 66 metros–.
Y como guardian de ellas se erige la Esfinge, figura híbrida de cabeza humana y cuerpo de león. Expertos egiptólogos debaten que incluso pudiese ser más antigua que las propios pirámides.
Sin duda la perfección con la que fueron levantadas hace más de 4.500 años sigue siendo un enigma, cuanto menos inexplicable.