La cámara web Razer Kiyo X es un dispositivo destinado a aquellos que están pensando en iniciarse en el mundo del streaming o para aquellos que buscan una webcam barata sin importar la calidad de vídeo. Esta es una versión reducida de la Kiyo Pro y la experiencia que ha ofrecido no ha sido tan agradable como pensaba, aunque se ha defendido bastante bien.
Un diseño muy reconocible
Por fuera, la Razer Kiyo X es calcada al resto de cámaras de la marca, igual algo más pequeña al perder el anillo de luz, pero estéticamente es igual. Sigue siendo una gran circulo de plástico con la cámara en el centro y poco más.
En la parte inferior tener la base que nos servirá para apoyar la cámara o para engancharla a una pantalla, e incluso tiene adaptador para trípode. Esta base también permite a la cámara inclinarse para coger el mejor ángulo.
Por último hay que destacar el largo cable USB que viene incorporado y que nos servirá para conectarlo a nuestro ordenador.
Rendimiento suficiente
La Razer Kiyo X no va a ganar ningún premio por su calidad de imagen ni por sus especificaciones. Puede que lo más atractivo sean los 60 fps que logra alcanzar si grabamos a 720p, pero por el resto estamos ante una cámara web bastante normalita.
La calidad que ofrece dependerá mucho de la luz del entorno pero en líneas generales es lo esperado, aceptable.
El vídeo tiene bastante ruido incluso en escenas iluminadas, aunque realmente esto es algo que le pasa a muchas cámaras webs del mercado. Si la usamos para tenerla en un rectángulo pequeño, la calidad mejora, obviamente, pero a mi parecer no ofrece nada que otras del mercado consigan.
La inclusión del autoenfoque es un punto muy interesante, especialmente para los más histéricos jugando, ya que podrán estar enfocados en todo momento. Te enfoca bastante rápido, a veces incluso demasiado, pero en este punto cumple a la perfección.
Personalización estilo Razer
Por medio de la app Synapse de Razer podremos intentar mejorar esa imagen que ofrece y adaptarla nuestro gusto. Es un buen añadido y muy necesario para los que quieren darle un toque único a sus vídeos, pero mi recomendación es que no lo toques demasiado ya que la versión de fábrica ya viene con una configuración bastante adecuada.
Es barata e ideal para empezar
De esta Razer Kiyo X lo que se puede decir es que es barata y que cumple con lo que promete, ser la cámara perfecta para los que quieren introducirse en el mundo del streaming.
No tiene el halo de luz de la versión pro y tampoco tiene micrófonos, pero se trata de una webcam de enchufar y usar que puede venirle muy bien a mucha gente.
Si la comparamos con alguna cámara web del mercado, como la que viene con los portátiles o la Logitech C922 Pro, lo que te puede es que esta graba mejor y al menos la imagen es más 'estable', tiene mejor apariencia, sin ser tampoco para tirar cohetes.
En definitiva, por unos 90 euros tienes esta webcam que graba hasta 1080 a 30 fps y que te puede servir para ir metiéndote en ese mundo tan de moda que es el de grabarse jugando o el de los streamings.