Finalmente la Comisión Europea ha publicado el contrato con la compañía farmacéutica AstraZeneca pero con las cifras y los plazos ocultos. Por tanto, se ha quedado a medias a la hora de presionar a AstraZeneca para que cumpla con lo pactado. Tras una semana de duras acusaciones y desplantes en reuniones, la farmacéutica AstraZeneca ha publicado el contrato firmado con AstraZeneca pero la falta de transparencia ha vuelto a caracterizar el proceso: ha censurado las partes más importantes, como son las cifras (número de vacunas y precios) y los plazos de entrega de las mismas.
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Incluso, el documento facilitado por la Comisión Europea ha sorprendido al mostrar páginas enteras tachadas, en un primer momento, por exigencia de la propia AstraZeneca, que quiere defender (como sea) sus intereses empresariales.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, confirmó la publicación del susodicho contrato, eso sí, respetando la confidencialidad y apostando por la transparencia. Pero avisó, desde el primer momento, que ciertas partes del contrato no podrían salir a la luz, como ha pasado finalmente. Tras publicarse el contrato de CureVac, este es el segundo.
Si se confirma uno de los puntos, la Unión Europea estaría teniendo la razón cuando aseguró que las plantas de la farmacéutica localizadas en Reino Unido también son distribuidoras para todo el bloque, por lo que no es cierto que Londres tenga prioridad sobre la Unión, como ha querido dar a entender la propia empresa. No puede haber distinción. Eso sí, representantes de AstraZeneca han repetido, una y otra vez, que llevarán a cabo “el mayor esfuerzo posible” para llevar a cabo el contrato.
Este contrato fue firmado en medio de la segunda ola, el 27 de agosto del 2020 y fue el primero de la Comisión Europea con el sector farmacéutico con el objetivo de lograr 300 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus, que todavía estaba en fase de experimentación por parte de AstraZeneca en colaboración con Oxford. El contrato daba la posibilidad de comprar 100 millones más en un futuro, o sea, 400 millones de vacunas. Por otro lado, era la vacuna más económica de todas las que se estaban desarrollando para o en la Unión Europea.
Los grandes afectados de todo esto son los Estados miembros de la UE y su ciudadanía. Las campañas de vacunación no pueden cumplir los objetivos si no hay vacunas, mientras Israel y Reino Unido llevan una importante ventaja sobre el resto de países, hecho que está provocando una gran desconfianza hacia las empresas farmacéuticas. Alemania, por ejemplo, ya ha anunciado que a pesar de todos los esfuerzos, los retrasos en la campaña de vacunación serán de unas “diez semanas”.