Tras el anuncio de la separación entre Bertín Osborne y Fabiola Martínez, la venezolana ha realizado sus primeras declaraciones. Tras veinte años de relación, el famoso cantante (66 años) y la modelo (48) han decidido llevar caminos separados. Eso sí, siempre estarán unidos por sus dos hijos, Kike y Carlos. Tras el comunicado oficial del cantante, Fabiola ha realizado sus primeras declaraciones: “Sí, estoy bien y los niños también. Ha sido una decisión de mutuo acuerdo y con todo el cariño y respeto”.
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Tanto Fabiola como Bertín están llevando esta situación lo mejor que pueden: “Está siendo muy tranquila y natural” y ha querido mandar un mensaje de agradecimiento a todas esas personas que la están apoyando en estos duros momentos: “Gracias por escribirme, ahora es un poco lío el aluvión de llamadas y mensajes. Y de corazón os agradezco el cariño que estáis demostrando”.
A lo largo de los últimos meses, Fabiola había desmentido todos los rumores que aseguraban que su matrimonio con Bertín Osborne estaba herido de muerte. El presentador, con el comunicado de ayer, lo único que hizo fue confirmar “un secreto a voces”, sobre todo, en Sevilla. La pareja nunca llegó a superar una crisis que se inició, según varios periodistas, tras el confinamiento; pero, hay fuentes que aseguran que los problemas en la pareja comenzaron en el mes de marzo.
Una decisión complicada que Bertín ha asegurado que fue tomada “de común acuerdo entre los dos” y que “es la mejor solución llegado a este punto”. Ambos piden respeto a los medios de comunicación pues son padre de dos niños muy pequeños, uno de ellos muy dependiente, y no quieren que todo esto les haga daño.
La venezolana ha sido fotografiada cerca de su domicilio en Madrid y con semblante bastante serio, aunque ha querido ser amable con los periodistas que estaban esperándola. Las primeras palabras que ha querido pronunciar son: “Las cosas no pasan de un día para el otro. No ha podido ser, pero no significa que no haya amor, que no haya cariño, respeto, buena relación, buena comunicación. Hemos decidido que era lo mejor para los dos”.
Fabiola también ha querido explicar cómo se siente en estos momentos: “Yo he pasado mi proceso, al final es una mezcla de muchas cosas, de miedo, de tristeza…” Y el “confinamiento” fue un auténtico regalo para los dos pues “nos ha permitido convivir”, pero ya no había marcha atrás en la decisión que habían tomado. “Es difícil explicarlo, pero hay un momento en el que tú sientes que el cariño, el amor, es más fraternal, nos queremos, pero no es suficiente para mantener un matrimonio (…) No estábamos bien al cien por cien y eso hacía que hubiera fluctuaciones emocionales, que hubiera crispación sin ningún por qué claro… ese desgaste te lleva a que no te apetezca muchas cosas, es decir, ¿para qué prolongar esto?”.
Fabiola ha querido dejar claro que la separación ha sido de mutuo acuerdo y que se produce después de varios intentos de salvar el matrimonio: “Nos hemos dado un tiempo varias veces y yo creo que en esta ocasión la diferencia es que los niños ya lo saben. Carlitos lo ha asumido bastante bien, incluso él nos ha dicho que sabía que iba a pasar porque nos veía discutir. Nunca han sido discusiones fuera de tono, pero la crispación la notaba todo el mundo que estaba a nuestro alrededor. Estábamos muy bien, y luego no nos podíamos ni ver, y eso es agotador, no nos lo merecemos porque somos buenas personas”.