Según ha publicado el periódico ABC, la actual propietaria de la vivienda que fue de Toño Sanchís solo tiene en sus manos un contrato de arras y no figura en ningún documento en el registro. Y lo peor: podría perderla si el representante consigue que se reintegre como parte del patrimonio a la masa de la sociedad de Toño Sanchís en concurso de acreedores.
[Sumario]
Hay que recordar el pasado mes de septiembre: Belén Esteban anunciaba, con toda la pompa posible en el plató de “Sálvame” que había logrado vender la casa después de hacer una gran reforma. Hay que recordar que la colaboradora compró la vivienda que fue de Toño Sanchís en una subasta tras ganarle en los tribunales. Después de tener muchos problemas por culpa de la susodicha casa (llegó a decir que Toño la había dejado destrozada), la de Paracuellos se desatendía de la vivienda y empezaba una nueva vida olvidándose de todos los malos recuerdos.
Pero, ABC ha descubierto que cuatro meses después de esta noticia, en el registro la propiedad aparece al 50% de Belén Esteban (por tanto, la vivienda no sería de su propiedad) y un 50% de Bem Imaging.
Esta noticia sale a la luz varios días después del contraataque del propio Toño Sanchís que está preparando una importante demanda en contra de la que fue su representada y amiga. La base de la demanda serían los presuntos atentados contra la intimidad y el honor que llevó a cabo la colaboradora de televisión, incluso, haciendo pública ciertas informaciones de conversaciones privadas en los platós de televisión, lo que estaría vulnerando el derecho a la intimidad del representante.
Pero Belén Esteban también tendrá que hacer frente a la demanda por lo penal de Rocío Carrasco por revelar, hace dos meses, el contenido de una carta que había recibido Antonio David Flores y que aportaba información sobre las deudas de la hija de Rocío Jurado: “Rocío Carrasco debe a la Comunidad Autónoma de Madrid un millón quinientos mi euros. Así que, si Antonio David le debiera alguna cantidad a Rocío Carrasc, en realidad se la tendría que pagar a Hacienda, y no a Rocío Carrasco”.
Y, a todo esto, hay que sumar su baja en el programa “Sálvame” por un accidente doméstico: sufrió una inesperada caída en su hogar y tendrá que recuperarse en su vivienda. Lo que nunca entraba en sus planes era que su mayor enemigo, su ex-representante, Toño Sanchís, que tendría el objetivo de hundir a la conocida como “princesa del pueblo”.