Anoche se emitió la esperada entrevista de Javier Tudela que, hace unos días, anunció que va a ser padre a sus 27 años de edad. En el plató de “Sábado Deluxe” se iba a reencontrar con el hombre que compartió 20 años de su vida con su madre, Makoke, y padre de su hermana pequeña. En un primer momento, ambos se encontraron y parecía que el trato iba a ser cordial, pero las chispas acabaron saltando al poco de iniciarse la entrevista.
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Kiko Matamoros aprovechaba para reprochar al hijo mayor de Makoke que el joven metiera en la vivienda familiar, la polémica casa en la urbanización de la Finca, a su novia y al perro de la pareja cuando el colaborador no estaba a favor: “Yo era el que mantenía esa casa, lo mínimo que pudisteis hacer tu madre y tú era pedirme permiso ya que ahí lo pagaba todo yo, en lugar de eso tu madre me dijo que eras su hijo y que sí no me parecía bien me fuese yo de la casa”.
Javier Tudela ha reconocido que la familia ahora es mucho más feliz y que, cuando todavía era menor de edad, le pidió a su madre que se separara de Kiko. El joven asegura que “no nos trataba bien”.
Javier Tudela acusaba al colaborador de estar mintiendo y Kiko acababa saltando, perdiendo los nervios, y acusando al joven de “falta de gratitud”: “Cuando un hombre te acoge como su hijo, pese a no ser tu padre y sin tener que hacerlo, lo mínimo que puedes hacer es ser agradecido”.
La entrevista acabó siendo un reproche mutuo entre Kiko y Javier que llegó a su punto más álgido cuando Javier aseguró que, antes de cumplir 18 años, llegó a pedirle a Makoke que se separara de Kiko Matamoros ya que “no les trataba bien” y su comportamiento no le gustaba: “En los últimos años Kiko no se portaba normal, estaba todo el día tirado en el sofá y no hacía nada, y no nos trataba bien ni a mi madre ni a mí”.
Kiko Matamoros no se quería callar y ha querido explicar cómo eran las cosas, realmente, en la casa de la familia: Javier era un vago que solo se dedicaba a las fiestas con sus amigos y a beberse los mejores vinos que tenía Kiko Matamoros en su bodega. Además, él tuvo que mantenerle durante años para hacer frente a la mala situación económica de Makoke: “Tendría que haber dejado que tu madre y tú vivierais con los 800 euros de mierda que tu padre os pasaba de pensión”.
Javier Tudela logró sacar de quicio al colaborador cuando salió el tema de los famosos zapatos de Kiko Matamoros que terminaron en la basura por obra y gracia del propio Javier. El hijo de Makoke explicó la razón: “Esos zapatos eran de piel de cocodrilo y no me parece bien que alguien público haga apología de llevar prendas con piel de animal”.
Tal fue el grado de las acusaciones que Kiko tuvo que parar y calmarse con la ayuda de su compañero Antonio Rossi que no paraba de decirle: “Kiko, cálmate, respira”.
