Anoche, los telespectadores de “Socialité” fueron testigos del mal rollo entre el bailarín Rafael Amargo y la periodista María Patiño. El artista, en el centro de la polémica por su detención por, presuntamente, pertenecer a banda criminal y tráfico de drogas, no tuvo problemas a la hora de atender a la reportera, Giovanna González, pero le explicó que no iba a hacer declaraciones al programa que presentaba María Patiño: “A la de la vena ni la nombro”.
Amargo se negó a hablar en directo con el presentadora o contestar a las preguntas de la presentadora: “No tengo tiempo para las personas con malas intenciones”. La contestación de María Patiño fue clara: “Voy a seguir haciendo lo mismo”. Eso sí, trató con mucho cariño y educación a Giovanna y lanzó una indirecta a Mediaset sobre el trato a sus reporteros, al mandarles a pasar frío a la calle para conseguir alguna declaración cuando él ya ha dicho todo lo que tenía que decir.
Rafael Amargo ha abordado algunas de las polémicas que le rodean desde su detención por un presunto delito de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.
El bailarín fue puesto en libertad el pasado viernes y ante los periodistas niega todas las polémicas en las que se le vincula:
“Las personas que te quieren no van a esos sitios y quienes van son personas que tienen que vivir su último momento de gloria”.
Eso sí, después de ser duramente atacado en “Sálvame”, Rafael Amargo quiso agradecer los mensajes de apoyo por parte de algunos de los colaboradores como son Kiko Matamoros, Belén Esteban o Antonio David Flores. Pero, parece que no quiere saber absolutamente nada de María Patiño.
El bailarín se refirió a la presentadora de manera despectiva: “A la de la vena es que ni la nombro”. La aludida, intentando no entrar en el juego, solo contestó con una frase: “Demuestra que no ha visto los programas”. Y ante el descontento de Rafael Amargo ante las informaciones que se estaban dando sobrer los presuntos impagos a algunas bailarinas de su compañía, la presentadora contestó: “Voy a seguir haciendo lo mismo”.
Minutos más tarde, el programa intentaba hablar con él, pero el bailarín volvía rechazar la oportunidad de defenderse:
“La belleza no se mide en los malos corazones, solo tengo tiempo para las personas que tienen ganas de informar, no de deformar. A las personas que tienen malas intenciones, mala sangre… no tengo tiempo”.