Pilar Eyre ha soltado una auténtica bomba: Para Isabel Pantoja, el sexo dentro de su matrimonio no tenía importancia: solo era el 10% de la relación. En su blog en la revista Lecturas, la periodista ha explicado cómo se conoció la pareja: Isabel y Francisco. Ya eran “La Pantoja” y el torero más famoso del momento, “Paquirri”. Se conocieorn en la habitación 123 del histórico hotel Jerez y fue Manolo Gallardo, fotorreportero del momento, fue quién los presentó en el año 1980. Según dijo el torero en una entrevista: “Cuando la vi se me quitó el “sentío””. La cantante, por su parte: “Se me paró el corazón”.
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Aseguraban haber encontrado a sus almas gemelas, prorque ambos tenían una cosa en común: dejaron la infancia a una edad muy temprana. Isabel se pusó a cantar con apenas siete años; Paquirri, cuando era un niño, si no salía a torear, su padre le pegaba, según contó un miembro de su familia en un programa de “La máquina de la verdad”, en el año 1997 (el programa fue tan fuerte que, desde entonces, no se ha vuelto a emitir).
Ambos provenían de familias muy humildes que habían depositado todas sus esperanzas en esos dos niños y querían que fueran los mejores en lo suyo, desde pequeños.
El primer matrimonio de Paco fue con Carmina Ordóñez, una de las mujeres más hermosas de su época y descendiente de dos de los clanes más importantes del mundo del toro: los Ordóñez y los Dominguín. Una mujer de apenas 17 años de edad, simpática, con muy buen corazón e hija de Antonio Ordóñez, una auténtica leyenda en el mundo taurino. A pesar de todo, la familia de Paquirri no veía con buenos ojos este enlace. Paco confesaría años después, en una entrevista: “No tengo muchas necesidades sexuales, pero sí afectivas”.
La familia de Paquirri se temía lo peor: Carmen era una mujer que había sido educada en los mejores colegios, que hablaba varios idiomas y que sabia, por ejemplo, utilizar los cubiertos de pescado, pudiera aportar algo a los Rivera. El día de la boda, según Pilar Eyre, el suegro llegó a decir: “¡Voy a ir a tu divorcio con más alegría que a tu boda!”. La pareja tardó solo cinco años en separarse, con dos hijos en común, Fran y Cayetano.
Isabel empezó en el mundo de la música a los 7 años de edad, en las juergas de señoritos; a los 13, se fue a Mallorca a trabajar con su primo Chiquetete y en la localidad de Castilleja de la Cuesta, en el conocido tablao de Baldomero Negrón (más conocido como “El Embrujo”), según dijo en una entrevista su propia madre, donde el maestro Solano le aseguró: “Voy a dejar a mis alumnas Rocío Jurado y Concha Márquez Piquer para pulir este diamante en bruto que es su hija”.
Tras fallecer su padre, la familia se encontró con muchos problemas económicos. Isabel daba clases y actuaba en el mítico Corral de la Morería. La periodista se acuerda de una conversación con la artista: “Pilar, a veces iba tan cansada que me quedaba dormidita en el Corral y me despertaba con la algarabía de las palmas…”. Incluso, tuvo que hacer frente al acoso a un empresaio de la época, casado, que la echó a la calle cuando ella dijo “NO”.
Tras varios noviazgos, según Pilar Eyre, “inocentes” y en los que no pasó nada, Isabel se enamoró de Paquirri y aseguraba que “era tan virgen como el día que nació” el día que lo conoció: “El sexo para mí es solo un diez por ciernto de la relación. No tiene tanta importancia”.
Según la periodista, gracias a su trabajo siempre ha sido capaz de tirar de la familia: compró por 17 millones de pesetas el pisazo de la calle Ramón de Carranza, en Sevilla, y cuando conoció al torero aseguraba tener dos coches de alta gama: un Mercedes 220 y un Porsche, cinco millones de pesetas en el banco y una colección de joyas de importante valor.