Anoche, en el poli de “Sábado Deluxe” quedó demostrado que Isabel Pantoja realizaba una serie de peticiones, de lo más extravagantes y surrealistas, a sus seguidoras más radicales. Así, a lo largo de los últimos años, la tonadillera consiguió desde ropa para su etapa en la cárcel, hipotecas, mano de obra gratuita para hacer una mudanza o un sillón masajeador para su madre, Doña Ana, que nunca se ha llegado a utilizar.
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El programa se ha querido centrar en el importante fenómeno fan que hay alrededor de la figura de Isabel Pantoja en un polígrado con tres invitados que saben muy bien de lo que hablan: Paco, un ex-fan de la tonadillera que ya habló durante la noche del viernes en la tercera entrega de “Cantora: la herencia envenenada” y Las Mellis, antiguas miembros del círculo más cercano de la propia Isabel Pantoja.
En su momento, el club de fans Buenasuerte de Isabel Pantoja (el más importante de España) tomó la decisión de echar a Paco por filtrar información a varios periodistas. Una de las anécdotas que confirmó la máquina y los tres invitados, varios seguidores de la cantantes fueron los encargados de pintar algunas habitaciones de la finca Cantora y siempre están a su disposición si hace falta arreglar algo de su propiedad. Según la información de los invitados, la cantante y su hermano Agustín (que no tiene muy buena relación con algunos fans por su carácter) se encargan de transmitir a los seguidores de la tonadillera sus necesidades.
Igualmente, los seguidores de la tonadillera se ocuparon de hacer frente a los gastos de reparación de la piscina en Cantora, justamente el lugar donde Isabel Pantoja suele organizar las fiestas con ellos. Un arreglo que ascendió a una gran cantidad económica. En esas fiestas, normalmente el cumpleaños de la tonadillera que se celebra el 2 de Agosto, la distancia a la que están los fans de la tonadillera va directamente en relación al dinero que están dispuestos a embolsar. Isabel solía ser la persona de cocinar para ellos, por las noches solían ir personas como Falete y el precio para poder asistir a la fiesta era de 200 euros.
Las Mellis relataron que un club de fans decidió regalarle a Doña Ana un sofa que, supuestamente, ella quería. Uno de masajes que anuncian en la conocida Galería del Coleccionista, por el que pagaban 20 euros al mes. Finalmente, la madre de Isabel Pantoja jamás lo usó. Sucedió lo mismo con una bicicleta estática que le regalaron a Kiko Rivera, que el DJ no quiso y que las propias Mellis decidieron quedarse.
Liderados por Celeste Rodríguez, la fan más famosa de Isabel Pantoja y presidenta de uno de sus club de fans, tuvieron que hacer una compra valorada en unos 1000 euros en un conocida supermercado. Además, invirtieron esa misma cantidad en comprar bragas, calcetines y pijamas en una conocida cadena para preparar la entrada en prisión de la tonadillera.
Pero lo más surrealista llegaría, justamente, antes de que la tonadillera entrase en prisión: Isabel Pantoja, según los mencionados invitados de “Sábado Deluxe”, pidió a dos de sus seguidores que hipotecaran sus viviendas para poder pagar la fianza. Incluso, exigieron a sus fans que se pusieran en contacto con gente importante para lograr ese dinero. Belén Esteban reconoció que ella, y Jorge Javier Vázquez, estaban entre esos contactos, no fueron los únicos y ella no dio un céntimo.
María del Monte también estaba en la lista y contestó que “llamara ella misma”, en alusión a Isabel. Ya en su etapa en la cárcel, los admiradores de la tonadillera tuvieron que hacer frente a todos los gastos del economato con el pago de una mensualidad. También se les habría pedido que pusieran dinero para el bautizo del hijo de Isa Pantoja o para la mudanza de la propia cantante. Incluso, Paco aseguró que una pareja llegó a prestar la cantidad de 90 euros para lograr sacar a la cantante del calabozo y no les devolvieron ni un euro.