Hoy, a las diez de la mañana, ha tenido lugar el entierro de Manuel Rosales, padre de Irene Rosales. Tanto ella como su marido, Kiko Rivera, han estado presentes y sus rostros eran el espejo del cansancio y del dolor de las últimas horas.
El padre de la colaboradora de “Viva la vida” falleció ayer, a las seis de la mañana, tras varios años de lucha contra una enfermedad: un tumor cerebral causado por una caída en el trabajo hace ya 17 años. Hoy toda su familia se ha querido despedir de él.
Irene Rosales estuvo arropada, en todo momento, por los suyos: sus hermanos y su marido, un Kiko Rivera que sujetaba a su mujer, emocionalmente hablando, para que no se derrumbase del todo en una mañana gris como la del último adiós a su progenitor. Manuel Rosales ha sido enterrado en total intimidad y solo con la presencia de su familia debido a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia del coronavirus.
Manuel Rosales era una persona muy querida en su pueblo y todos conocían su historia: no se podía valer al cien por cien por él solo desde hace 17 años cuando sufrió una caída en el trabajo. Desde entonces, necesitaba de la ayuda de los suyos en su rutina diaria. A consecuencia del mencionado accidente laboral, el consuegro de Isabel Pantoja vivía con un tumor cerebral y su vida nunca fue la misma. Ni para su mujer Mayte, que estuvo siempre a su lado hasta su fallecimiento el pasado mes de febrero, ni para sus cinco hijos.
Sin duda, Irene Rosales ha vivido el peor año de su vida con demasiado dolor de por medio: hace solo nueve meses perdía a su madre, también, por enfermedad. Y, ahora, su padre, al que estaba muy unida. Además, en las últimas semanas ella se ha visto obligada a estar aislada tras positivo en coronavirus, se encuentra en el medio de la grave crisis entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja… además de los rumores sobre posibles infidelidades por parte de Kiko tras el verano. El propio DJ compartía en su Instagram una publicación: “2020, ¿puedes acabar ya?”
Desde que falleciera la matriarca de la familia el pasado mes de febrero, Mayte, tanto Irene como el resto de sus hermanos se volcaron en el cuidado de Manuel. Irene, que es la más pequeña de los cinco hermanos, volvió a demostrar una gran madurez, la misma que siempre ha mostrado ante los problemas de su marido y de la familia Pantoja, esa que ayudó a Kiko Rivera a hacer frente a sus adicciones y a sus problemas personales.
Pero, ahora es ella la que necesita del apoyo de los más cercanos pues, tras la muerte de su progenitor, la joven se ha quedado huérfana. Kiko Rivera, en las redes sociales, le ha prometido que “no estarás sola” y que su sonrisa volverá a su cara. Seguro que sí, con tiempo, con mimos y cuidados.