Los fotógrafos esperaban la imagen: Irene Rosales, completamente abatida, llegaba a primera hora de la mañana al tanatorio para poder dar el último adiós a su progenitor, en la peor etapa de su vida. A las seis de la mañana fallecía su padre, Manuel, tras varios años luchando contra la enfermedad y solo unas horas más tardes de que Kiko Matamoros, en directo, echase en cara a Isabel Pantoja que no se digne ni a llamar a su nuera cuando el padre de ésta está muy mal de salud.
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La llegada de Irene Rosales al tanatorio, donde reposan los restos mortales de su progenitor, desde primera hora de la mañana, era muy esperada por todos los reporteros gráficos. Una noticia que no ha sorprendido a su círculo más cercano, pues el estado de salud de Manuel se había complicado mucho durante los últimos días.
El día en Sevilla amanecía gris y lluvioso, como si quisiera acompañar la tristeza de la mujer de Kiko Rivera. Irene Rosales llegaba al tanatorio, sola y bajo un paraguas, ante la atenta mirada de los reporteros que le esperaban y que, desde hace varias semanas, montan guardia a las puertas de su vivienda, epicentro de las desavenencias entre Kiko Rivera e Isabel Pantoja. Lo primero que llamaba la atención en la joven es su rostro, reflejo del cansancio acumulado a lo largo de todos estos días.
Irene Rosales ha pasado un mes muy complicado para ella, pues ha intentado volcarse en el cuidado de su progenitor. Además, la joven hace un par de semanas dio positivo en COVID-19 y tuvo que guardar cuarentena en casa, en una habitación y lejos de los suyos. Si eso no fuera suficiente, la colaboradora de “Viva la vida” se encuentra en medio de la pelea familiar entre su marido, Kiko Rivera, y la tonadillera, Isabel Pantoja, por la polémica herencia de Francisco Rivera “Paquirri” y ha continuado con sus viajes a Madrid, durante el fin de semana, para hacer frente a sus compromisos profesionales con “Viva la vida”. Sin duda, Irene está viviendo el peor mes de noviembre de su vida.
Manuel, el padre de Irene Rosales, lleva varios años luchando contra un tumor cerebral y su empeoramiento fue a más tras la muerte de su mujer, Mayte, el pasado mes de febrero. Desde entonces, sus hijos se han volcado en su cuidado, justo cuando más les necesitaba. Una unión familiar que el propio Kiko Rivera ha asegurado, en más de una ocasión, que envidiaba pues nunca lo había visto en su casa.
Kiko Matamoros, ayer en “Sálvame”, confirmaba que los últimos días estaban siendo muy complicados para la joven por el delicadísimo estado de salud de su padre. Según el colaborador, y no iba muy mal desencaminado, “su estado es crítico”. Solo unas horas más tarde, el padre de Irene Rosales fallecía tras más de tres lustros de lucha contra la enfermedad.
Se espera que a lo largo de todo el día se vayan acercando familiares y amigos íntimos al tanatorio para dar su último adiós a Manuel. Y, sobre todo, arropar a Irene y a sus hermanos que, en apenas 10 meses, se han quedado huérfanos.
Unos minutos más tarde llegaba Kiko Rivera al tanatorio. Con el rostro también abatido y desencajado, asimilando la gran pérdida que ha sufrido su mujer y su familia. Además, la ha sentido como propia por su gran relación con ellos y la ruptura de los lazos que le unían con su madre Isabel Pantoja.
Sin duda, el DJ se ha convertido en un apoyo fundamental para su mujer en estos momentos y el matrimonio se ha visto fortalecido tras numerosas crisis a lo largo de estos últimos años: las adicciones de Kiko (confesó haber tenido varias recaídas), sus problemas con su madre o la enfermedad que se ha levado por delante la vida de los padres de Irene Rosales en apenas diez meses.