Isa Pantoja ha hablado de su madre biológica durante la última gala de “La Casa Fuerte 2”. Una mujer que apareció hace unos años en los medios de comunicación y que la joven no quiso conocer. Ahora, desde tierras peruanas, Roxana Luque ha confesado que ya ha perdido la esperanza de poder abrazar a su hija después de tantos años.
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Isa ha sorprendido a todos sus compañeros al tratar, con mucha naturalidad, el tema de su madre biológica. Un capítulo de su vida que la joven ha asumido con entereza y mucha madurez. Por eso, la revista Lecturas se ha puesto en contacto con Rozana, vía telefónica, para comunicarle que su hija ha hablado de ella en televisión. Muy sorprendida, la peruana ha confesado que le cuesta mucho creerse que su hija se haya referido a ella durante su participación en un reality: “¡No pensé que fuera a hablar de mí!”.
Roxana apareció hace cinco años en la portada de esta revista. En aquella entrevista, la mujer aseguraba que lo único que quería era “verla y darle un abrazo antes de morir” a aquella niña que se vio obligada a dar en adopción por culpa de sus circunstancias económicas y familiares.
Isa ha explicado en “La Casa Fuerte” como vivió todo aquello: “Mi madre estaba en la cárcel, y una mañana me llama mi repre y me dice: “Oye que mañana sale”. Así, aparecer de la nada, a mí me demuestra que tiene interés, en plan dinero, porque si realmente le importo yo, me hubiera venido a hablar”.
Roxana, al escuchar las declaraciones, se le quiebra la voz y asegura:
“No quiero dinero. ¿Cómo le hago saber que no salí por ningún interés? Estoy tranquila porque no es así”.
Isa también explicó en “La Casa Fuerte 2” la razón por la que decidió hacer caso omiso a la aparición de la mujer que asegura ser su madre biológica en una entrevista en la revista Lecturas que fue considerada histórica: “No quise saber nada de ella porque si realmente me quieres encontrar tienes mi teléfono, sabes dónde encontrarme. Mi madre lo que me dijo fue que si ella hubiera venido a Madrid y hubiera dicho “Quiero hablar con mi hija”, ella no le hubiera dicho a esa mujer que no. Le hubiera dicho: “Gracias por la hija que tengo”. El problema fue cómo lo hizo”.
Cinco años después de aquella portada en la que aseguraba que lo único que quería era abrazar a su hija, Roxana ya no tiene esperanzas: “Te soy sincera, después de que ella sepa de mí, he perdido la esperanza de conocerla”.
