Britney Spears ha vuelto a perder en la dura batalla legal que le enfrenta con su padre, Jamie Spears, su tutor legal desde hace ya doce años. La artista ha tomado una decisión sobre su futuro profesional y su caso sigue poniendo en duda este tipo de tutelas paternas. Hay que tener en cuenta que la trayectoria profesional de Britney Spears comenzó cuando solo era una niña y nunca ha dejado de trabajar, pero ya entrada en la treintena sigue siendo, a efectos legales, menos de edad.
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Lejos queda aquella que se hizo muy conocida gracias al programa “The Mickey Mouse Club”, donde coincidió con otros niños que acabaron convirtiéndose en algunos de los artistas más importante de su generación. Después, a finales de la década de los 90 se convirtió en una de las mayores estrellas de la música a nivel mundial logrando batir récords de ventas. Todavía hoy en día es considerada una inspiración para los nuevos artistas femeninas.
Pero, los problemas personales se convirtieron en el centro de las críticas de los medios de comunicación y su carrera pasó a un segundo plano: madre de dos hijos siendo muy joven, matrimonios que duraron muy poco y crisis que fueron recogidas por los paparazzis de la época provocaron que su éxito en la música pareciera completamente finiquitado.
Ahora, a sus 38 años de edad, la artista vuelve a perder su batalla legal contra su padre, Jamie Spears, que es su tutor legal y gestor desde hace ya doce años, impidiéndole tomar las riendas de su vida o utilizar el dinero que ella misma gana. Una situación que ha provocado que la cantante tome una decisión drástica: no volverá a actuar hasta que deje de tener un tutor legal.
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Sus problemas de salud mental fueron a peor tras su divorcio del padre de sus dos hijos, Kevin Federline, en el año 2007
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Su vida cambió en el año 2007, cuando el matrimonio con su segundo matrimonio y padre de sus dos hijos se rompe. Britney se casó con Kevin Federline tras conocerse en un club y con la sombra de un matrimonio con Jason Alexander, su novio durante la adolescencia, que apenas duró tres días. La pareja se casó cuando la cantante solo tenía 22 años y él 26. La pareja tuvo dos hijos: Sean Preston y Jayden James.
Ante los problemas psiquiátricos de la artista, el juez determinó que la custodia de los pequeños se la quedaría el padre y la artista comenzó su peor etapa personal:las imágenes de Britney con el pelo rapado dieron la vuelta al mundo y su familia decidió internarla en una clínica de desintoxicación, “Promises”, en Malibú, durante un mes.
Aunque los rumores señalaban que Britney sufría una depresión post-parto, ella insistía que el origen real de sus problemas era la bulimia que sufría desde que era una adolescente. Finalmente, y ante la gravedad de la situación, su padre decidió solicitar su tutela y, desde entonces, Britney no maneja su vida.
En el año 2019 parecía que las cosas iban a mejor: el padre de la cantante enfermó y la tutela de la artista pasó a la abogada Jodi Montgomery. Pero cuando Jamie Spears se recuperó, el juez le devolvió la tutela legal de la cantante. Eso sí, Britney intentó que la abogada siguiera siendo su tutora legal:
“Sin renunciar a su derecho a solicitar el fin de esta tutela en el futuro, a Britney le gustaría que el nombramiento de la Sra. Montgomery como tutora se hiciera permanente”.
Igualmente, quería que su padre fuera apartado de todo lo que estuviera relacionado con sus finanzas y que este rol fuera para un “delegado bancario”. Estas peticiones no fueron en el mejor momento de la artista: sufrió una recaída, volvió a ser ingresada en un centro psiquiátrico y tuvo que hacer un parón en su carrera, que volvía estar al 100%.
A pesar de llevar dos años alejada de los escenarios, sus seguidores no se han olvidado de ella e, incluso, organizaron un movimiento en las redes sociales para lograr que la cantante vuelva a ser independiente, “Free Britney”. La joven no quiere que nadie siga manejando su vida y sus fans lograron que su petición fuera escuchada por la justicia. Su hermana, la también actriz Jamie Lynn Spears, es actualmente su fideicomisaria, ha apoyado este movimiento junto a otras famosas como París Hilton, Miley Cirus… Incluso Cher llegó a publicar en una red social:
“Trabajó duro, fue la gallina de los huevos de oro, hizo mucho dinero, enfermó, ahora es una vaca lechera. ¿Hay alguien que esté haciendo dinero con ella enferma y la quiera bien? Alguien que no quiera nada de ella debería cuidarla, su doctor, sus médicos… ¿Es que es un pato?”
Finalmente, la demanda presentada por Britney contra su progenitor con el objetivo de volver a ser libre no ha salido como esperaba. El juez del Consejo Superior del Condado de Los Ángeles ha ratificado a Jamie Spears como tutor legal de la artista. Eso sí, será Bessemer Trust Co. el encargado de administrar el gran patrimonio de la artista. Tras este varapalo judicial, Britney Spears ha tomado la decisión de no volver a actuar mientras no pueda hacerse cargo de su vida y de su carrera.