Ramón Calderón, ex-presidente del Real Madrid, tuvo un importante papel en la polémica por el testamento de Paquirri y vivió en primera persona toda la trifulca familiar a la hora de dividir los bienes del torero. El abogado fue nombrado, en el año 1987, cuando llevaban tres años de conflicto, el Defensor Judicial de Kiko Rivera, en el complicado reparto de la herencia del torero.
Paquirri había muerto en el año 1984 y su viuda, Isabel Pantoja, según varios colaboradores de televisión, se negó a firmar el testamento del torero, un documento firmado poco antes de la mediática boda que ambos protagonizaron en el año 1983 en Sevilla.
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Tras las duras declaraciones de Kiko Rivera en una revista cuestionando el papel de su madre, Isabel Pantoja, y el reparto de la gran fortuna de su padre, la polémica sobre el testamento de Paquirri ha vuelto a los medios de comunicación cuando se acaba de cumplir 36 años desde la muerte del torero. Desde la publicación de la entrevista de Kiko Rivera son muchas las preguntas que se hacen los periodistas que cubrieron aquellos tres años en los que la familia se dividió los bienes y las numerosas dudas sobre el comportamiento de la tonadillera y el clan Pantoja.
Ramón Calderón ha querido dejar claro que todo acabó siendo como habría querido Paquirri, una persona que conocía muy bien pues eran amigos y dejó un testamento firmado antes de morir. En el año 1987, pocos meses antes de llegar a la fecha límite que tenía la familia para llegar a un acuerdo sobre el reparto de bienes, el abogado fue nombrado Defensor Judicial para poder representar al hijo pequeño del diestro, Kiko Rivera, en el polémico reparto de la herencia del diestro.
No es la primera vez que el abogado explica todas las dudas sobre si se respetaron o no las últimas voluntades del famoso torero y sobre cómo se llevó a cabo la adjudicación de los numerosos bienes que dejó. El abogado declara en la revista ¡Hola! lo mismo que lleva años asegurando:
“Ninguno de los que participamos en el reparto de la herencia hubiéramos consentido que no se cumpliera la ley y la voluntad de Paco”.
Además, durante el tiempo que se llevó a cabo la partición de bienes, el comportamiento de las dos esposas del torero, Carmina Ordóñez e Isabel Pantoja, además de la familia del torero fue realmente ejemplar.
Pero no es la primera vez que el ex-presidente del Real Madrid habla sobre el testamento de Paquirri desde la polémica entrevista de Kiko Rivera. Hace unos días entraba por teléfono, en directo, en “El programa de Ana Rosa” para aclarar cuál había sido su papel en la negociaciones que consiguieron que los distintos herederos del torero se pusieran de acuerdo y aclaró a quién le correspondía la propiedad de la finca Cantora, tras todos los comentarios realizados por personas como Gustavo González o Kiko Matamoros. Y, por supuesto, aclaró si Kiko tenía razón al sospechar que su madre le pudo ocultar parte de los bienes que Francisco Rivera “Paquirri”, su padre, le dejó para él.
La primera sorpresa fue la situación que tenía Isabel Pantoja en el momento de la muerte del torero: “tenía el usufructo de un tercio de toda la herencia de Paco, no solamente de la finca Cantora”, pero gracias a un acuerdo con el resto de la familia “pasó de ser usufructuaria a propietaria plena” de una parte de la masa de la herencia.
El diestro tenía tres fincas y tres hijos, por lo que cada uno de ellos heredó una propiedad.
“Era lo lógico y a nadie le pareció raro. Todos tuvieron un comportamiento ejemplar para cumplir la voluntad de Paquirri”.
Eso sí, a pesar de que era amigo personal de Paquirri, el abogado no tiene constancia de que dejara grandes cantidades de dinero en metálico u joyas fuera de España, por lo que cree que solamente son “bulos y habladurías”. Y quiso dejar claro que “el reparto se hizo bien, fue justo y satisfactorio para todas las partes”.