Hoy se publica la esperada entrevista de Kiko Rivera enfrentándose, por primera vez en su vida, a una persona a la que ha idolatrado y por la que lo ha dado todo: su madre, la tonadillera Isabel Pantoja. El hijo mayor de la tonadillera ha decidido dar un golpe encima de la mesa, dolido y muy defraudado por la actitud de su madre, Kiko ha concedido una entrevista a una archienemiga de su madre, Mila Ximénez, donde se ha abierto en canal y parece que la relación entre madre e hijo nunca va a ser igual.
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Algunas de las declaraciones de Kiko son: “Yo no cedí Cantora a mi madre a sabiendas” “Firmé lo que ella me pidió” (confirmando lo que Gustavo González había asegurado en “Sálvame”, que Isabel Pantoja había sacado del internado a Kiko con el objetivo de llevarlo a notario a firmar un papel, con 18 recién cumplido, y sin darle explicaciones). Pero, ¿por qué el DJ ha decidido dar el paso ahora? ¿Qué ha sido lo que le ha llevado a no callarse más cosas de su madre?
Kiko Rivera, tras permanecer varios meses callado, ha decidido que ya es el momento de expresar sus sentimientos, dudas y no frenar lo que tiene qué decir más tiempo. En la entrevista también revela que ha pedido a sus abogados que revisen el testamento de su padre, el torero Paquirri, aunque confiesa que “Me huelo lo peor”.
Kiko ha concedido su entrevista más sincera a una vieja conocida de su madre, Mila Ximénez, y ha querido desvelar cómo es su relación con su progenitora, la verdadera actitud de la tonadillera hacia su hijo, muy diferente a la imagen que muestra ante las cámaras.
Un comentario que hizo Isabel Pantoja fue el desencadenante de toda esta guerra mediática y provocó que el DJ diga “basta ya”. La tonadillera, sentada en la polémica finca Cantora, cuando pensaba que nadie se iba a enterar le dijo a una persona:
“¡Qué no se le olvide a esta gente que aquí la única Pantoja que hay es mi hija! ¡Ni mi hijo es Pantoja! Es Rivera”
Unas palabras que provocaron mucho dolor a su hijo que, en las buenas y en las malas, siempre ha estado al lado de su madre.
Ese fue el momento en el que Kiko decidió que no se iba a callar más y que era el momento de decirle a la gente cómo era realmente su madre. Los colaboradores de televisión esperan que esta entrevista haga temblar los cimientos de la finca Cantora.