Tras la confirmación de Isa Pantoja y Asraf Beno, además de Sonia Monroy y su marido, Juan Diego, el espacio presentado por María Patiño, “Socialité” ha sido el encargado de anunciar a la quinta concursante de la segunda edición de “La Casa Fuerte”: la hija de Andrés Pajares, Mari Cielo Pajares.
[Sumario]
La mediática hija del famoso actor ha decidido embarcarse en el próximo reality de Mediaset para poder mostrar su cara más desconocida: cómo es ella en la convivencia y en su día a día. Mari Cielo es una vieja conocida para la audiencia pues fue uno de los rostros más habituales en los platós de televisión de comienzos del 2000 por las grandes diferencias que tenía con su padre y los vaivenes de su vida personal, pero ahora ha decidido que es el momento de mostrar a la audiencia cómo es realmente.
Marí Cielo siempre ha explicado que de pequeña fue criada por su abuela ya que su padre siempre estaba trabajando y su madre le acompañaba. Desde la infancia, Mari Cielo vive obsesionada con los escenarios por culpa de su padre, por el que sentía auténtica adoración. Su sueño fue ser actriz. Pero con el paso de los años la relación acabó deteriorándose y protagonizaron diversas tramas en los programas de televisión de la época.
Uno de los momentos más duros de su vida tuvo lugar en el año 2017, Mari Cielo sufrió un brutal atropello y tuvo que ser operada por fracturas en el pubis y en el cráneo. Años más tarde, ella misma se sentó en el plató del “Deluxe” y confesó que no se hablaba con su padre después de fallarle en aquel episodio: “Estaba en la UCI y no vino a verme, pero se fue de vacaciones a Marruecos”.
Además, la colaboradora aseguró que no hablaba con su padre, Andrés Pajares, ya que le costaba mucho: “psicológicamente me machaca, enjuicia mucho. Te sientes muy juzgada cuando hablas con él” y en aquel momento decidió romper la relación con el famoso actor.
A la hora de definirse, asegura que es escritora y guionista, aunque en los últimos meses su nombre fue sinónimo de polémica al descubrirse que vendía imágenes subidas de tono a través de Internet. Ella explicó en “Sálvame” que por culpa de la pandemia se quedó sin fuentes de vida, se vio obligada a buscarse la vida y gracias a una conocida aplicación de contenido erótico se pagaba el alquiler