Francisco Rivera se ha pronunciado sobre la batalla mediática entre su hermano, Kiko Rivera, y su madre, la tonadillera Isabel Pantoja: “No me extraña nada, es una mujer que no tiene corazón ninguno” y no dudó en recordar todos los problemas que han tenido con la viuda de su padre, Paquirrí.
El Dj sigue manifestando su cabreo con su madre a través de sus redes sociales, día sí, día también. Y las posturas están cada vez más enfrentadas. Y su hermana, Isa Pantoja, asegura que su madre lo está pasando muy mal por todo lo que está teniendo lugar. El último en dar su punto de vista sobre lo que está pasando ha sido el hermano mayor de Kiko, Francisco Rivera que ha hecho una serie de declaraciones que han dinamitado su relación con Isabel Pantoja para siempre.
Una reportera de una conocida revista le ha preguntado por la posible venta de la finca Cantora, ya que su hermano parece tener mucho interés en venderla por culpa de sus problemas económicos; pero, la tonadillera se niega. Toda esta situación le recuerda a Francisco a una etapa muy dura que tuvo que vivir él con su hermano Cayetano Rivera: tras la muerte de su padre, Isabel Pantoja no les entregó ningún objeto personal de su padre para que lo tuvieran como recuerdo.
“Yo sé quién es esta señora perfectamente y yo sé el daño que nos ha hecho a dos niños pequeños”. Cuando falleció Paquirri, Fran solo tenía diez años y Cayetano, 7. “No me extraña nada. Quien es capaz de hacer lo que nos ha hecho a nosotros es capaz de cualquier cosa. Es una mujer que no tiene corazón ninguno”, en clara alusión a todos los problemas que tuvieron con la herencia del torero.
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Eso sí, “Kiko sabe esto desde el primer día… Esto no es nuevo para Kiko tampoco” y ha asegurado que todavía no ha podido hablar con él para saber cómo está.
No es la primera vez que Francisco Rivera denuncia en los medios de comunicación que, en el momento, Isabel Pantoja se quedó con más cosas de lo que le otorgaba el testamento. La mala relación entre su madre, Carmen Ordóñez, y la propia tonadillera duró varios años y nunca se supo que había sucedido con varios trajes de luces y trastos de torear que, según personas del círculo del torero, quería que lo tuvieran sus hijos mayores. También surgieron rumores de que el matrimonio estaba roto y, si Paquirri no hubiera muerto en la plaza, se hubiera divorciado de la tonadillera.