Kiko Rivera ha decidido romper casi definitivamente contra su madre, Isabel Pantoja, y ha intervenido por teléfono en “Sálvame”. El Dj lo tiene claro: “Hablar así de un hijo no tiene perdón de Dios”. Kiko ha querido dejar claro su situación económica, de la que se ha dado mucha información que es completamente falsa: “No necesito más de lo que tengo. Ha habido momentos en que he tenido más de lo que tengo ahora, pero no necesito más”. Además, el sentimiento de tristeza no tiene que ver ni con el trabajo ni con el dinero: “Mi tristeza viene porque la persona a la que más he amado y amo, mi madre, no sabe diferenciar entre Isabel Pantoja y madre”.
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Kiko Rivera ha sorprendido a los colaboradores de “Sálvame” entrando en directo por teléfono para aclarar todas las dudas sobre su situación, tanto a nivel económico como anímico. Sobre su depresión, la tristeza que le rodea, el DJ ha confesado que el motivo real es uno y no tiene nada que ver con el dinero. “Mi tristeza viene porque la persona a la que más he amado y amo, mi madre, no sabe diferenciar entre Isabel Pantoja y madre, esa es mi tristeza”.
Kiko no duda en dejar claro que no se encuentra bien y que está pasando un importante bache emocional. Además, aunque su madre entró en directo en “Sábado Deluxe” para mostrar su total apoyo a su hijo, en la vida real, no ha sido así y Kiko asegura que no tiene a su madre de su lado. No entiende que no tenga tiempo a hacerle una visita cuando apenas hay una hora y media de distancia en coche. Con tristeza, Kiko dejaba claro: “Yo lo que necesito es a mi madre, no a Isabel Pantoja y a mi madre no está porque el personaje siempre es más”.
Las diferencias entre madre e hijo han crecido con el paso de las horas y aunque Isabel Pantoja habría dicho a algunos periodistas que el problema real está relacionado con el dinero, Kiko Rivera ha querido dejar claro que no es así: “No necesito más de lo que tengo. Ha habido momentos en que he tenido más de lo que tengo ahora, pero no necesito más”.
Kiko Rivera niega que le haya pedido a su madre la herencia de su padre, pero también ha querido dejar claro que: “Si yo quisiera pedirlo, estaría en mi derecho”. Lo que sí es cierto es que él ha abordado en varias ocasiones la opción de vender la finca Cantora: “Lo que le dije es que si para solucionar sus problemas y los míos, que son más pequeños, hacía falta vender Cantora por mi parte no había problemas y que podía coger para ella lo que a mí me tocara, que a mí con que me pudiera pagar y resolver mi problema, yo no quería nada más”.