Mila Ximénez se ha mostrado muy preocupada por el estado anímico de su compañera y amiga , María Patiño. Tras estar distanciadas, ahora, María no se separa de Mila y está logrando vencer sus miedo al acompañarla a sus sesiones de quimioterapia.
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Hace unas semanas, María Patiño se rompía al desvelar que no había estado al lado de Mila Ximénez como su amiga habría necesitado. A modo de disculpa, en directo, María Patiño aseguraba que “he estado demasiado con la perra y poco con Mila”.
Un mea culpa gracias al cual ambas han podido reconducir su relación de amistad y María Patiño ha hecho frente a sus numerosos miedos que le hicieron tomar distancia con su amiga en un momento en el que la necesitaba de verdad. Ahora, según ha desvelado la propia Mila Ximenez, María no se separa de ella ni siquiera para ir juntas a sus sesiones de quimio.
El estado anímico de María Patiño preocupa a todos sus compañeros de programa. La presentadora no dudaba en romperse el pasado sábado por la noche, al tener un cara a cara con su compañero y amigo Jorge Javier Vázquez. Aunque la charla terminó bien, dejó claro que estaba pasando algo. Mila, siempre muy a favor de María Patiño, reconoció que su amiga está realizando un gran esfuerzo “en el trabajo que la tiene absorbida y agotada”.
La colaboradora ha asegurado que su amiga le dedica muchísimo a su trabajo, de manera diaria, además de la autoexigencia que siempre le ha caracterizado y ahora empieza a pasar factura. Hay cosas que está cambiando: por ejemplo, si hace unas semanas se sentía culpable por no haber estado al lado de su amiga cuando más la necesitaba, tras hacer público que sufre un cáncer de pulmón, ahora ha cambiado completamente su comportamiento.
Mila ha explicado que “A veces viene conmigo a mi sesión de quimio y me doy cuenta de que no para”, la periodista no logra desconectar de su trabajo, ni siquiera en ese rato.
Mila Ximénez piensa que este cambio de comportamiento por parte de María Patiño está relacionado con el fallecimiento de sus paders, de manera trágica, en muy pocos meses. Tras la muerte de su padre, la periodista decidió cerrar sus emociones. Un palo que habría resurgido en un momento emocional muy complicado para María Patiño. Pero, ahora se ha dado cuenta de lo mucho que la quieren sus compañeros y el público, en general.
“El sufrimiento nunca merece la pena, pero jamás había sentido tanto apoyo de personas anónimas que me encuentro y se emocionan conmigo (…) Los baches pasan, las experiencias personales se quedan”, escribía la propia Patiño en Twitter.