Durante año la cultura mexicana se ha distinguido en el mundo por su riqueza y folclore, aromas, sabores y colores. Sus calles son una interesante mezcla de corrientes de todo tipo que no conoce fronteras y en muchas ocasiones resulta incluso hilarante y al mismo tiempo profundamente bello, pues es signo de la personalidad misma del mexicano: cálido y siempre optimista sin perder el lado positivo de las cosas incluso en los momentos más amargos, y es probable que no haya un ejemplo mejor que describa todo esto que la Rotulación mexicana que con mucho ánimo algunos amantes de la cultura urbana en el país, buscan rescatar.
La cultura del rótulo publicitario en México surge en las primeras décadas del siglo pasado en que los comerciantes buscaban promover sus productos de una forma vistosa y económica, y fue de ese modo en que recurrieron a estos ahora maestros del pincel para plasmar su arte en las puertas de las ferreterías, carnicerías, fruterías, estéticas, loncherías, y casi cualquier negocio que necesitara por aquellos años hacerse notar.
Lo interesante del asunto es que muchos de los pintores se basaban únicamente en la experiencia y no en la teoría del dibujo y eso sí, con mucho ingenio que daban como resultado piezas divertidas con una función de ideas casi increíbles que trascendieron los años y que sin ellos esperarlo le dieron un sello de identidad a una ciudad y a un país como el humor y el folclore a flor de piel.
Hoy, aunque apretadamente, sobreviven por las calles de la ciudad de México y en todo el país, muestras de este arte naif mexicano que se niega a morir, y todo, tal vez por ese aroma a nostalgia que en los últimos años ronda como una tendencia que no parece querer marcharse pronto.
Con la llegada de la era digital, el mundo del rotulismo mexicano cayó en un bache del que le ha sido difícil levantarse, sin embargo, hay ya algunos esfuerzos bastante interesantes que han contribuido a rescatar este oficio lleno de magia y tradicional mexicana, y de paso le da un nuevo enfoque como parte de un arte urbano que ha dotado a todo un país de un sello propio con pocas muestras similares en todo el mundo.
Por una parte, está la cuenta de Instagram Rótulos chidos que se encarga de recopilar aquellas muestras dignas de admiración a lo largo del país y que de paso muestran el ingenio de un oficio maravilloso y lleno de quehacer artístico muchas veces poco reconocido y que de paso conecta con algunas de las mejores épocas en la vida, cuando menos, de quienes habitan en México y ha vagado por sus calles.
Pero si lo que quieres es clavarte un poco más a fondo en lo que el oficio del rotulador se refiere y conocer el proceso entero de un maestro Rotulador, en existen dos asombrosas piezas en YouTube que acompañan al maestro Rotulador Rodolfo Huerta quien por años se ha dedicado a este hermoso oficio. En este par de documentos audiovisuales, se puede sentir el amor por lo que se hace y la maestría de un hombre que le ha dado un rostro único a la ciudad.
En esta vuelta al pasado tan solicitada hoy, no hay mejor oportunidad de volver a él que a través de la rotulación mexicana, pues dicen que las mejores cosas siempre vuelven.