Josep María Mainat tuvo que verse ayer las caras con su mujer, Ángela Dobrowolski, en los juzgados de la ciudad de Barcelona. A la salida, el poderoso productor decidió dar unas declaraciones a los periodistas que le estaban esperando: “Todo empezó en enero, cuando decidimos separarnos”.
[Sumario]
El productor cumplió lo prometido a los reporteros que estaban esperándole a las puertas de Ciutat de la Justicia, en la ciudad de Barcelona, que al finalizar la vista daría unas declaraciones con ellos. Y así fue. Muy afectado, un estado que intentaba ocultar con humor, el productor de programas de televisión como “Crónicas Marcianas” ha respondido a las preguntas que le realizaban los reporteros, teniendo palabras de cariño y compasión hacia su mujer, Ángela, la mujer con la que compartió un total de ocho años y con la que tiene dos hijos muy pequeños. La misma persona a la que ha demandado por, presuntamente, intentar asesinarlo durante la noche del 22 al 23 de junio con unas inyecciones de insulina, con el objetivo de provocarle un coma diabético.
Además, ha querido dejar claro que “No deseo que Ángela entre en prisión, pero eso no depende de mí”. Además de que lo que más quiere que sus hijos tengan una madre. Finalmente, Ángela no entrará en prisión, aunque salió de los juzgados con una orden de alejamiento hacia su marido y sus dos hijos.
El productor también ha confirmado a los medios de comunicación que iba a solicitar un informe psicológico de su todavía mujer, ya que lo quiere que la madre de sus dos hijos pequeños “esté en buen estado”. Antes de marcharse a su actual vivienda, el productor ha asegurado, “Yo siempre espero que se sepa la verdad en todos los momentos”. Sin duda, una situación muy complicada para el productor y su familia.
El productor ha dejado claro, en varias ocasiones, que nunca hubiera querido que este episodio de su vida se hiciera público y mucho menos que se montase el circo que ha tenido lugar en las puertas de la vivienda familiar en la zona de Horta, en Barcelona.
Ante las preguntas de los reporteros, el productor advirtió que no podía hablar de nada vinculado a los asuntos relacionados con el juicio. “Esto empezó en enero cuando decidimos separarnos. Por tanto, no es un tema de infidelidad, sino de engaño”. Sobre el día del presunto intento de asesinato, no tiene un recuerdo preciso ya que sucedió mientras dormía: "Cuando me desperté estaba muy aturdido y lo último que recordaba que Ángela me estaba poniendo unas inyecciones”.