La princesa Leonor está adquiriendo cada vez más relevancia dentro de la institución de la Monarquía española. A sus quince años, la heredera al trono reivindica su faceta de princesa y prueba de ello son sus constantes apariciones desde hace unos meses hasta ahora. Leonor ha pasado a un primer plano y sus discursos están llenos de significado teniendo en cuenta el convulso momento social e histórico que vivimos. Sin embargo, la joven sufre los estragos de quienes piden la III República.
Es el caso del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, quien hizo gala de su oposición a la Monarquía y no saludó a ningún representante de la Casa Real y acudió con mascarilla y pin de una empresa republicana. El político pasó por delante de los monarcas y de la princesa Leonor y ni siquiera giró la mirada para saludar a la heredera al trono, es más, los desprecios hacia la Monarquía siguen estando patentes en su partido.
Son numerosos quienes piden la República y los detalles en contra de la princesa Leonor no cesan. Mascarilla en defensa de la sanidad pública, atuendo en color morado de Irene Montero defendiendo los colores republicanos y un pin de la República. De esta forma, parece que la princesa Leonor, con tan sólo 15 años, le ha tocado lidiar con sus mayores enemigos, quienes no desean que acceda al trono y se instaure una República en España.
Se trata de Pablo Iglesias su mayor enemigo en la actualidad, pues lidera el movimiento antimonárquico y prueba de ello es que no le tiembla el pulso al aparecer con símbolos republicanos y le niega el saludo a la joven. Los desprecios del vicepresidente segundo del Gobierno no fueron solamente contra el rey Felipe VI, sino contra todos los miembros de la Casa Real, a quienes negó el saludo quedando inerte pese al saludo militar del monarca.
Ha sido precisamente la madre de una amiga de Leonor la que ha dado su opinión al respecto al medio 'El Español' al ser preguntada cómo le caería Pablo Iglesias a la heredera al trono. Tras puntualizar que se trata de una chica muy educada, aseguraba que le caerá fatal, como a todos los de la casa, pero sabe y está aprendiendo a ser como su padre, que nadie se de cuenta de lo que piensa para sus adentros cuando está en un acto oficial. Y admite que el monrca es como una tumba, nadie se da cuenta si está bien o mal.