En los últimos años se ha especulado sobre la veracidad de que el hombre haya pisado verdaderamente la luna, una más de las muchas teorías conspiranoicas que sin embargo ya se han encargado de echar por suelo gente de la talla del divulgador científico, Neil DegGrasse Tyson, al poner en evidencia estas ridículas especulación. Pero en esta oportunidad lo importante no es eso, sino sacar a la luz las verdaderas palabras dichas por el otro Neil en la luna y que casi nadie conoce.
Como seguramente hoy todos bien saben cuando el astronauta Neil Armstrong puso un pie sobre la superficie lunar, dijo: "este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad", palabras que pasaron a la posterioridad y forman parte ya del conocimiento general de la cultura pop hoy, toda vez que fue una transmisión que paralizó al mundo y cambió el rumbo del mismo.
Lo que pocos saben, es que estas no son las únicas palabras dichas por el hombre en la llamada luna de queso, y por años se ha especulado al respecto, se sabe, con el avance de la tecnología, que intentes precios a tripular su nave para volver a la tierra, Neil dijo: "Buena suerte, señor Gorsky".
Lo difícil fue desencriptar el mensaje, pues como es natural, la comunicación era lo eficiente que es hoy con todos los avances en el rumbro, por lo cual, en gran parte de los registros que existen de aquellas últimas y definitivas palabras en luna, aparecía la leyenda "inaudible", pero con el paso del tiempo se ha conseguido conocer su contenido.
Primero se creyó que era una burla hacia la unión soviética pues los norteamericanos le había ganado la carrera a los rusos en pisar la luna, sin embargo, años más tarde fue el propio Neil Armstrong quien luego de mucho insistir, en una conferencia en Tampa, respondió a la pregunta de un reportero sobre el tema y esclareció aquellas palabras.
El astronauta dijo que cuando chico, le gustaba jugar al beisbol en su patio con un grupo de amigos. En uno de esos juegos, la bola fue a dar a la casa de su vecino, el señor Gorsk, y que al tomarla de contrabando, escuchó que dentro de la casa, el matrimonio Gorsky, discutía. Entre los gritos alcanzó a entender:
– ¿Sexo oral?, ¿quieres que te
haga sexo oral? Mira, te haré
sexo oral cuando el hijo del
vecino llegue a la luna.
Ciertas o no, Neil dijo que guardó el secreto por años pues sus vecinos aún vivian y respetaba su privacidad y ahors podía decirlo. El caso es que en definitiva tanto la historia como las palabras suenan mucho mejor que lo que sabíamos.