Violeta Mangriñán ha sido muy clara con sus seguidores: ha recaído en la pesadilla que implica la anorexia. La ex-tronista tiene a su lado a una persona muy especial y que conoció gracias a su trabajo como “influencer”: Marta López Álamo, la novia de Kiko Matamoros. La modelo se ha convertido en una persona fundamental para ella en estos momentos en los que tiene que hacer frente a una nueva recaída de este trastorno alimenticio.
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Desde que empezó su carrera en televisión, sobre todo durante su etapa en “Mujeres y hombres y viceversa” como tronista, la joven confesó que le afectaban mucho las críticas, sobre todo las relacionadas con su físico. Esto le provocó, hace cuatro años, que la joven sufriera un importante trastorno alimenticio del que salió gracias a la ayuda de profesionales y de su círculo más cercano. Pero, en estos momentos, en los que disfruta de una gran estabilidad personal, la joven ha visto como el problema ha vuelto a su vida.
Violeta Mangriñán ha querido explicar en su canal de MTMAD lo que estaba pasando en esta etapa de su vida: para ella está siendo muy difícil esta recaída. Por eso, para la ex-tronista, son fundamentales los apoyos que están pendientes de ella. Y hay una persona muy especial que entiende por lo que ella está pasando en estos momentos: Marta López Álamo, la joven novia del colaborador de Telecinco, Kiko Matamoros.
Marta, que ha hablado en más de una ocasión sobre el trastorno alimenticio que sufrió de joven, se ha convertido en uno de los pilares más importantes para Violeta en esta recaída. Incluso, la ex-tronista ha querido dedicar unas bonitas palabras a la modelo que está ayudándola a diario. “Necesito hablar con gente que de verdad me entienda. La tengo martirizada pero me está ayudando muchísimo”.
Marta López Álamo confesó hace unos meses que hace unos años había sufrido varios trastornos alimenticios que no solo casi le cuestan la vida, también le hizo la vida imposible a su madre y a su hermana por culpa de la enfermedad. Por eso, Marta entiende perfectamente a Violeta y no ha dudado en ayudarla.
Marta explicó, a través de unos vídeos en Instagram, que sufrió anorexia cuando solo tenía 13 años de edad y que tuvo que luchar contra la enfermedad durante cuatro años. Un período en el que lo pasó falta, además de vivir con mucha inseguridad aquella época y como la mentira se convirtió en algo normal en aquel instante. También habló sobre las secuelas físicas que le dejó la enfermedad: “Me han quedado dos cicatrices en las clavículas porque se me clavaban los huesos. El hueso del coxis, tal y como me dijeron los médicos, se me iba a salir”. Marta lo que quería era dar visibilidad sobre esta enfermedad y ayudar a todas las personas que estarían pasando por lo mismo.